¿Demasiado bonito para ser verdad? Una especie marina de lo más común que consume microorganismos y que se puede convertir en comida para salmón o en bio-combustible. Y se puede cultivar en vastas cantidades: 200 kg por metro cuadrado de superficie de océano. Los tunicados (Ciona intestinalis) son esta inesperada fuente de tan rico potencial. Esta especie es el punto de partida de un proyecto de investigación que están desarrollando en la Universidad de Bergen.
Produce celulosa y contiene omega-3
Los tunicados son básicamente tubos filtradores vivientes que chupan bacterias y otros microorganismos por un extremo y segregan agua purificada por el otro. Así es cómo se alimentan los tunicados, en la base de la cadena alimentaria y sin competir directamente con peces u otros organismos, al mismo tiempo que limpian los fiordos y zonas costeras.
El hecho de que los tunicados sean los únicos animales que producen celulosa y que sean ricos en ácidos grasos omega 3 los convierte en una alternativa potente para la producción de bioetanol y como alimento para peces de cultivo.
Viven en todos los mares
Los tunicados crecen muy rápido y a lo largo de todo el año. Se encuentran en todos los mares, aunque viven particularmente en aguas frías y ricas en nutrientes como las de las pendientes rocosas de la costa del oeste de Noruega. Como no tienen predadores pueden crecer entre 2 500 y 10 000 individuos por metro cuadrado de superficie marina. Además de los japoneses y coreanos, que comen tunicados, nadie les ha prestado mucha atención hasta ahora.
Parecido al cultivo de mejillón
Por primera vez se están cultivando tunicados de forma experimental en una planta piloto en Øygarden, una pequeña isla cerca de Bergen.
El método de producción se parece al cultivo de mejillón. En unas instalaciones situadas en una pequeña bifurcación de un fiordo, largas láminas de plástico se anclan al fondo y se mantienen en vertical mediante boyas. Entre las láminas fluye el agua del mar con los microorganismos que necesitan los tunicados.
El Programa de Comercialización de los resultados de I+D del Consejo de Investigación Noruego y la Oficina de Transferencia Tecnológica de Bergen están inviertiendo intensamente para ampliar la producción de tunicados.
De la celulosa al bioetanol
El tunicado es el único animal conocido que produce celulosa, con la que construye su pared corporal llamada manto. Normalmente, la celulosa está presente en las paredes celulares de los vegetales. La ruptura de la celulosa da azúcares que se pueden usar para producir bioetanol. Gran parte del bioetanol que se produce mundialmente procede del maíz, un recurso controvertido ya que se puede usar para alimentar a las personas.
Otra alternativa que se está investigando intensamente es la producción de bioetanol a partir de la celulosa de la biomasa forestal. Pero esto no está libre de polémica tampoco ya que el biopolímero lignina, presente en la madera es valioso para muchas otras aplicaciones. La celulosa de los tunicados sería una fuente menos controvertida porque no contiene lignina.
Incluso más atractiva que la producción de bioetanol es el uso de los tunicados para alimentar salmón y otros peces de piscifactoría. Noruega es el mayor productor de comida para salmón y hay una gran demanda de proteínas marinas como ingredientes de los piensos, pero se ha llegado ya al límite en la pesca industrial.
Uno de los retos más importantes para los productores de piensos es producir alimento para salmón que contenga ácidos grasos omega 3, que el pescado necesita pero no genera. La mayoría del omega 3 presente en los piensos para salmón procede de la industria de la pesca. Los tunicados secos contienen 60% de proteína y son ricos en omega-3 y quizá lo más importante, a los salmones les parecen apetitosos.
Se necesita cultivo a gran escala
La producción de proteína mediante el cultivo de tunicados tiene un potencial 100 veces mayor por metro cuadrado que cualquier cultivo de proteína en tierra. Además, el alimento que necesita el tunicado está disponible en forma de vastas cantidades de microorganismos en las aguas ricas en nutrientes.
Entonces ¿a qué esperamos?
“Uno de los mayores retos es cultivar suficiente masa por metro cuadrado para hacer que la operación sea rentable.” dice el jefe del proyecto Troedsson. “Anticipamos que se pueda obtener una cosecha de 100-200 kg/m2, que es un rendimiento extraordinario. Pero es lo que se necesita para que sea rentable porque el precio por kilo es muy bajo”.
Los investigadores basados en Bergen han logrado este objetivo de producción en su instalación a pequeña escala y las predicciones hechas con modelos matemáticos les permiten ser optimistas en cuanto a poder lograr una producción similar en granjas a gran escala. Pero no hay garantías por el momento.
Escurrir el agua
“El segundo gran reto al que nos enfrentamos es cuánta agua podemos eliminar de los tunicados”, comenta el Dr Troedsson. “Su masa corporal es 95% agua. Para vender el producto tenemos que ser capaces de eliminar por lo menos el 90% y preferiblemente el 95% del agua por presión mecánica”. De forma aislada, hemos podido eliminar el 97% del agua por presión mecánica. Ahora tenemos que intentar llevar este proceso de manera eficiente a los barcos cosecheros, y que al mismo tiempo sigan capturando varias toneladas de tunicados por hora del mar“
Así que el volumen de producción y la separación del agua son los dos factores críticos que deben acometerse si se quiere que el cultivo de tunicados sea rentable para la empresa privada en el mercado de hoy día.