Las praderas de fanerógamas (plantas superiores diferentes de las algas) o hierbas marinas son una parte esencial de la solución al cambio climático ya que pueden almacenar, por unidad de área, hasta el doble de carbono que los bosques tropicales y templados. En un artículo titulado “Seagrass Ecosystems as a Globally Significant Carbon Stock” y publicado en Nature Geoscience se analiza por primera vez a nivel global el almacenamiento de carbono en estas praderas.
Los resultados demuestran que las praderas costeras almacenan hasta 83,000 toneladas métricas de carbono por kilómetro cuadrado, sobre todo en los suelos más abajo de ellas. En comparación un bosque terrestre típico almacena unas 30,000 toneladas métricas de carbono por kilómetro, la mayoría en forma de madera. Esta investigación también estima que aunque las praderas ocupen menos de un 0.2% de los océanos mundiales son responsables de más del 10% de todo el carbono enterrado anualmente en el mar.
“Las praderas tienen la capacidad única de almacenar carbono en sus raíces y en el suelo en zonas costeras” dice James Fourqurean, autor principal del estudio. “Hemos encontrado sitios donde las praderas han estado almacenando carbono durante miles de años” .
El estudio ha sido realizado por un consorcio de instituciones científicas, entre ellas el CSIC. En el mar Mediterráneo, que es la zona donde mayor concentraación de carbono se ha encontrado en este estudio, las praderas de fanerógamas almacenan carbono en depósitos de varios metros de profundidad.
La pradera es uno de los ecosistemas más amenazados del mundo. Cerca del 30% de las praderas han sido destruidas, principalmente por dragados y por ldegradación de la calidad del agua y se siguen perdiendo a un ritmo de 1,5% por año.
El estudio estima que las emisiones a la atmósfera que se producen a consecuencia de la destrucción de las praderas pueden llegar a ser de hasta un 25% de lo que se emite por la deforesteación de los bosques.
“Un aspecto destacable de las praderas es que si se recuperan pueden secuestrar carbono de manera efectiva y rápida y reestablecer los sumideros de carbono perdidos” señala la co-autora del artículo Karen McGlather.
Las praderas de plantas marinas siempre han sido reconocidas por sus numerosos beneficios para el ecosistema: filtran el sedimento, protegen la costa de la erosión producida por riadas y tormentas, sirven de hábitat para numerosas especies, etc. Los nuevos resultados enfatizan que conservar y restauran estas praderas puede reducir los efectos de las emisiones de gases con efecto invernadero e incrementar los almacenes de carbono mientras siguen prestando numerosos “servicios ecosistémicos” a las comunidades costeras.