Cada vez son más frecuentes las noticias sobre el agotamiento de los recursos marinos y decaimiento de las actividades pesqueras. Hemos llegado a un punto de tal eficiencia tecnológica que nuestra capacidad de extraer los recursos del medio sobrepasa la capacidad de la naturaleza para renovarse…
Cada vez son más frecuentes las noticias sobre el agotamiento de los recursos marinos y decaimiento de las actividades pesqueras. Hemos llegado a un punto de tal eficiencia tecnológica que nuestra capacidad de extraer los recursos del medio sobrepasa la capacidad de la naturaleza para renovarse.
En otras actividades económicas, es el mercado el que limita la producción. En el caso de los recursos naturales, y en particular el de la pesca, además del mercado e independientemente de él, es la naturaleza la que pone los límites: la producción, la explotación, no puede seguir creciendo indefinidamente.
Por lo tanto, no nos queda más remedio que gestionar correctamente el recurso disponible.
Y para que esta gestión sea eficaz, además de contar con una base científica sólida, es necesario que todas las partes implicadas en esta actividad reconozcan la utilidad de las regulaciones: los consumidores, los pescadores y la administración.
Los recursos deberían explotarse siguiendo una pauta lógica: primero conocer bien sus características y su abundancia para saber cuánto podemos extraer. Pero los hechos nos demuestran que generalmente no ocurre así y hasta que no suena la alarma no se comienza a investigar y a gestionar racionalmente.
¿Qué es la gestión de la pesca?
Es un proceso que incluye la recogida de información y su análisis, planificación, elaboración del consejo científico, toma de decisiones e implementación de normas con el fin de asegurar la continuidad de los recursos al mismo tiempo que se obtiene un beneficio de ellos.
1. Evaluar la evolución del recurso en el pasado y su situación en el presente
2. Prever el devenir en el futuro, según sean las condiciones medioambientales y diversas opciones de esfuerzo pesquero a elegir
3. Decidir las medidas de regulación
Se trata de planificar teniendo en cuenta el potencial pesquero de una determinada zona y que la flota ha de ser moderna, proporcional al recurso existente y respetuosa con el medio ambiente.
El trabajo de los científicos: conocer los recursos y estimar su abundancia
Los científicos trabajan para conocer los recursos y estimar su abundancia, es decir, calcular cuanto hay y cuánto se puede pescar para que su explotación sea sostenible. También pronostican cuál será su evolución bajo unas determinadas condiciones de pesca: más o menos intensa, con tales o cuales aparejos y también según las condiciones medioambientales.
Su responsabilidad es la de proveer a la Administración de un asesoramiento científico de forma que ésta pueda tomar decisiones de gestión basadas en información científica objetiva.
Más información: del mar al plato