La Política Pesquera Común (PPC) es el principal instrumento de la Unión Europea para gestionar la pesca y la acuicultura. Su filosofía es asegurar la explotación sostenible de los recursos vivos acuáticos. Sin embargo, a pesar de los intentos repetidos de implantar estas políticas, los stocks de peces europeos han sido sobre-pescado durante décadas, originando una fuerte crisis en el sector pesquero que ha desencadenado la reforma de esta PPC.
La Política Pesquera Común (PPC) es el principal instrumento de la Unión Europea para gestionar la pesca y la acuicultura. Su filosofía es asegurar la explotación sostenible de los recursos vivos acuáticos. Sin embargo, a pesar de los intentos repetidos de implantar estas políticas, los stocks de peces europeos han sido sobre-pescado durante décadas, originando una fuerte crisis en el sector pesquero que ha desencadenado la reforma de esta PPC.
Según la Política Pesquera Común, los gobiernos de los Estados miembros de la UE colaboran para compartir un recurso común: los peces. Sin embargo, con el paso del tiempo, nuestras flotas han adquirido tal tamaño y nuestra tecnología es tan eficiente que hemos pescado excesivamente, práctica que ha afectado a dos tercios de las poblaciones de peces en Europa. Ahora se están reduciendo las capturas a un ritmo constante y Europa tiene que importar dos tercios de su pescado y marisco.
La reforma en pocas palabras
La propuesta de reforma de la Política Pesquera Común se publicó en julio de 2011. Pretende ofrecer a los ciudadanos de la UE un abastecimiento de alimentos estable, seguro y saludable a largo plazo.
- Todas las poblaciones de peces deberán explotarse a un nivel sostenible antes de 2015, de conformidad con los compromisos asumidos por la UE a escala internacional.
- Se adoptará un enfoque ecosistémico para todas las pesquerías, con planes de gestión a largo plazo basados en los mejores dictámenes científicos disponibles.
- Se eliminará gradualmente el desperdicio de recursos alimenticios provocado por los descartes, es decir, la práctica que consiste en devolver al mar los peces que no interesan.
- Las propuestas incluyen asimismo plazos y objetivos claros para frenar la sobrepesca; enfoques basados en el mercado, como concesiones de pesca individuales y transferibles; el apoyo a medidas dirigidas a las pequeñas pesquerías; una mejor recopilación de datos; y estrategias para fomentar la acuicultura sostenible en Europa.
- Los consumidores podrán obtener información más precisa sobre la calidad y sostenibilidad de los productos que compran.
- Los objetivos y principios políticos generales se seguirán fijándo a nivel de la EU, mientras que los Estados miembros tendrán que decidir cuáles son las medidas de conservación más apropiadas y aplicarlas. Además de simplificar el proceso, esto fomentará la adopción de soluciones adaptadas a las necesidades regionales y locales.
- Las organizaciones de pescadores desempeñarán un papel más importante en la gestión del suministro a los mercados y en el incremento de los beneficios para los pescadores.
- Únicamente se concederán ayudas económicas a iniciativas respetuosas con el medio ambiente que contribuyan a un crecimiento inteligente y sostenible. Un estricto mecanismo de control impedirá la financiación de actividades ilícitas o un exceso de capacidad.
- Por último, tanto en las organizaciones internacionales como en sus relaciones con terceros países, la UE actuará fuera de sus fronteras igual que lo hace dentro, fomentando la buena gobernanza y una gestión adecuada del mar en el resto del mundo.