Científicos europeos y estadounidenses consideran que han descubierto una forma revolucionaria de averiguar los efectos de sonidos de alta intensidad en mamíferos marinos como las ballenas y los delfines. Los descubrimientos se han publicado en la revista Public Library of Sciences (PLoS) ONE.
Científicos europeos y estadounidenses consideran que han descubierto una forma revolucionaria de averiguar los efectos de sonidos de alta intensidad en mamíferos marinos como las ballenas y los delfines. Los descubrimientos se han publicado en la revista Public Library of Sciences (PLoS) ONE.
Gracias a una tecnología que integra informática avanzada, escáneres de tomografía computerizada por rayos X y métodos de procesamiento de datos modernos, los científicos pueden simular sonidos propagados por el espécimen virtual y desvelar interacciones entre el sonido y el mamífero. También pueden estudiar imágenes tridimensionales del interior de la cabeza de mamíferos como el zifio de Cuvier, una especie afectada por la contaminación acústica generada por ejemplo por un sónar.
«Nuestro software de análisis numérico puede utilizarse para realizar investigación fundamental sobre el mecanismo de producción y captación acústica de estos cetáceos, simular la exposición a niveles de presión acústica que serían imposibles en animales vivos o evaluar distintas estrategias de mitigación», explicó el profesor Petr Krysl, ingeniero de estructuras de la UCSD y desarrollador de los métodos de computación empleados en esta investigación. «Entendemos que nuestra investigación puede permitirnos comprender, e incluso llegar a reducir, los posibles efectos negativos del sonido de alta intensidad en organismos marinos», añadió.
«Los humanos introducen cantidades considerables de sonidos y ruidos en los océanos de todo el mundo» y esto puede provocar graves problemas pues «muchos organismos marinos emplean profusamente el sonido como principal método sensor debido a que la luz no penetra con facilidad en el agua», explicó el Dr. Krysl.
Éste señaló que los investigadores concentraron su trabajo en el zifio de Cuvier porque «varios han quedado varados y han muerto por el efecto de sónar militar» y que «nuestros hallazgos sobre los mecanismos auditivos del zifio también se aplican al delfín mular y, sospechamos, a todo tipo de ballenas dentadas y quizás a otros mamíferos marinos».
El Dr. Krysl insistió en que el proyecto «amplía considerablemente el conocimiento de la biología básica de los mamíferos marinos» puesto que «la audición es una capacidad sensorial esencial para la vida bajo el agua, en la que el sonido se emplea para cazar, navegar y relacionarse socialmente».
Más investigaciones al respecto
No es la única investigación en esta materia. De hecho, un artículo publicado en la revista ‘Trends in Ecology and Evolution’ ya adelantaba que no sólo las ballenas y delfines se ven afectados por el ruido sino que incluso los arenques, el bacalao y el atún, entre otros, se desenvuelven peor en ambientes ruidosos e intentan refugiarse en otras zonas.
Más información: Universidad de California – San Diego
Fuente: Cordis