La energía marina es, por el momento, la más desconocida de las renovables. En Europa, sólo Portugal y Escocia tenían hasta ahora centrales de aprovechamiento de las olas para generar energía eléctrica, pero más orientadas a la investigación. Euskadi ha sido la primera región en dar el salto hacia la comercialización de esta casi recién estrenada tecnología.
La energía marina es, por el momento, la más desconocida de las renovables. En Europa, sólo Portugal y Escocia tenían hasta ahora centrales de aprovechamiento de las olas para generar energía eléctrica, pero más orientadas a la investigación. Euskadi ha sido la primera región en dar el salto hacia la comercialización de esta casi recién estrenada tecnología.
Euskadi es un referente de energía marina, en un entorno que lo tiene todo para lograrlo: costa con un potencial de olas medio-alto de 24 kilovatios por metro cuadrado, sin condiciones demasiado agresivas y un tejido naval, industrial y de investigación bien hilado para dar valor a esta nueva fuente energética de futuro. El objetivo del proyecto es, precisamente, estudiar la viabilidad de este tipo de instalaciones como fuente de abastecimiento energético.
La del municipio de Mutriku, en Gipuzkoa, es la primera central de olas de Europa que se conecta a la red eléctrica. Funciona con tecnología de columna de agua oscilante, que es como se conoce en la jerga del sector a la que utiliza la presión que la ola ejerce sobre el aire. La planta dispone de 16 cámaras de aire dentro del dique, de forma que al llegar la ola, esta comprime el aire de las cámaras, que a su vez asciende pasando por las turbinas, haciéndolas rotar. Cuando la ola se retira, el aire es succionado y hace girar las turbinas en el mismo sentido. Ese movimiento se aprovecha para impulsar los generadores y producir electricidad, que se inyecta directamente en la red general de distribución. Este paso hacia el sistema eléctrico hace de Mutriku la única central de este tipo en todo el mundo, ya que las instaladas en Portugal y en Escocia son por el momento prototipos.
El Gobierno vasco ha invertido 6,7 millones de euros en el desarrollo de la energía marina, de los que 2,3 millones corresponden a esta central, de una potencia de 296 kilovatios y una producción anual de 600.000 kW, equivalente al consumo de 600 hogares, aunque aún está en fase de demostración.
En España hay hasta 26 proyectos en marcha para estimular el naciente sector de la generación de electricidad a partir de los recursos marinos, que ya cuentan con una gran efervescencia en la búsqueda de nuevas tecnologías. De analizar la fuerza de España en el desarrollo de esta nueva energía renovable se ha encargado el Instituto Hidráulico Ambiental de Cantabria en un reciente estudio. El documento sitúa a Galicia como la región española con mayor potencial, entre 40 y 45 kilovatios por metro. Le sigue el mar Cantábrico, con un recurso de alrededor de 30 kW/m, y la fachada norte de las islas Canarias (20 kW/m). El sur de este archipiélago, el Mediterráneo español y el golfo de Cádiz presentan valores medios anuales de 10 kW/m.
Una tarifa atractiva para los inversores
Falta en el naciente sector de la generación de energía a partir de las olas crear un marco retributivo atractivo para los inversores a través de una tarifa competitiva, que vaya disminuyendo paulatinamente a medida que se alcancen los objetivos en su desarrollo.
“Consideramos esencial una tarifa determinada que atraiga a los inversores, active el mercado y permita desarrollar el sector. De lo contrario, si no existen incentivos, los inversores buscarán en otros países sus oportunidades de negocio y España podría perder el tren de liderar la tecnología marina y quedarse fuera del mercado europeo”, afirman en Appa.
Es igualmente necesaria la creación de un marco normativo específico para el sector. Por el momento, el aprovechamiento de las olas está inscrito en la legislación junto a otras tecnologías renovables. La única mención a este mercado es una directiva europea que marca la obligación para los Estados miembros de alcanzar 100 MW procedentes de las energías marinas en 2020.
Fuente: Cluster marítimo