Susana Etxebarria, investigadora senior en la Línea de sostenibilidad de la Cadena alimentaria de AZTI- Tecnalia, nos cuenta en esta entrevista cómo los descartes de la pesca pueden ser reutilizados para otras aplicaciones comerciales.
Susana Etxebarria, investigadora senior en la Línea de sostenibilidad de la Cadena alimentaria de AZTI- Tecnalia, nos cuenta en esta entrevista cómo los descartes de la pesca pueden ser reutilizados para otras aplicaciones comerciales.
Susana, desde tu experiencia, ¿podrían suponer los subproductos pesqueros una solución al problema de los descartes?
Desde la Comisión Europea de Pesca se está haciendo una reflexión importante y se han marcado algunas directrices para hacer una gestión sostenible de la pesca. En la próxima Reforma de la Política Pesquera se incluirá específicamente un capítulo dirigido a la minimización del descarte, donde todas las especies comerciales una vez capturadas deberán ser llevadas a tierra, y se mejorarán las artes de pesca para evitar la captura de las no deseadas.
Por tanto, una vez minimizado el descarte, el aprovechamiento del mismo valorizándolo para otras aplicaciones comerciales e industriales, le aporta a la cadena pesquera una utilización más racional y sostenible de los recursos.
¿Cuáles son las especies más aprovechadas y que pueden generar mayor valor añadido?
Potencialmente todas las especies capturadas pueden ser aprovechadas, siempre teniendo en cuenta la cuota correspondiente a cada especie, ya que todo aquel pescado capturado se deberá desembarcar (nueva política pesquera) y debe ser descontado de la cuota.
En los proyectos desarrollados por AZTI-Tecnalia se ha visto que el mayor valor de las especies descartadas proviene de su fracción muscular; no obstante, no se debe descartar el potencial de otras fracciones de pescado y especies marinas.
Por ejemplo, el quitosano que se obtiene principalmente de los caparazones de crustáceos es un polímero que tiene múltiples aplicaciones tales como: agente quelante en el tratamiento de aguas, clarificador, espesante, promotor de resistencia contra enfermedad de plantas, coadyuvante tecnológico y se está probando para aplicaciones como vendajes de heridas, cosméticos, etc.
Los avances en I+D+i han de ser fundamentales en este campo. ¿Cuál es la situación actual en cuanto al aprovechamiento y la generación de subproductos? ¿Cuál es la tecnología o método más innovador utilizado en la actualidad?
Los avances no deben ir solo en la línea de nuevas tecnologías sino también en el desarrollo de estrategia y procedimientos innovadores que permitan una separación, almacenamiento, descarga, conservación y transformación del descarte de una forma técnica y económicamente viable para obtener productos seguros y con calidad suficiente para satisfacer la demanda del mercado.
En AZTI-Tecnalia hemos estado trabajando con descarte procedente de la flota vasca de altura y concretamente con la especie Trachurus spp. (chicharro o jurel).
Se ha estudiado su valorización como harinas especiales de alta calidad para alimentación animal y también se han valorizado como subproductos del alto valor añadido para consumo humano en forma de producto bicapa y bolitas de pescado relleno de salsa marinera.Asimismo existe un gran potencial de aprovechamiento de las diferentes especies de descarte y/o partes del pescado descartado (músculo, vísceras, ojos, etc.).
¿Considera de forma positiva que se mantengan ayudas a través de instrumentos financieros como el Fondo Europeo de la Pesca, para el desarrollo de la investigación sobre subproductos?
Determinantemente sí. Además del desarrollo de técnicas y/o tecnologías para la minimización de los descartes, las ayudas deben ir orientadas a permitir una valorización a gran escala y de modo real, de forma que se obtenga un mayor valor económico y comercial a partir de los subproductos, y además se reduzcan los costes y otros inconvenientes que permitan la recuperación y el envío de los descartes a tierra.