Las grandes corrientes oceánicas son responsables del movimiento y transporte de grandes volúmenes de agua en el seno de las cuencas oceánicas así como del intercambio de masas de agua entre cuencas. Ejemplos de estas grandes corrientes en el Atlántico son la Corriente del golfo, que circula bordeando la costa este de los Estados Unidos y envía aguas cálidas hacia Europa, o la Corriente de Agulhas que rodea el extremo sur del continente Africano transportando aguas del índico hacia el Atlántico. Estas grandes corrientes circulan rodeando los continentes y formando: grandes giros anticiclónicos (en sentido de las agujas del reloj) en el hemisferio norte y grandes giros ciclónicos (en sentido contrario a las agujas del reloj) en el hemisferio sur. Los macro desechos pueden ser transportados por estas corrientes así como acumulados en el centro de los giros.
Mapa con el esquema de las principales corrientes oceánicas. Fuente: Physicalgeography