Hoy en día se paga por el combustible del orden de 3 veces más que hace una década; así, de los 0,21€/L registrados en 2003, se ha llegado a alcanzar los 0,65€/L este año, y todos los indicios apuntan a que los precios seguirán al alza en el futuro. El combustible es esencial para la actividad pesquera industrial; con casi el 40% de los costes anuales del buque debidos al consumo de gasóleo. Además, los cada vez más restrictivos TACs (totales admisibles de capturas) que impone Europa, así como la incertidumbre del precio del pescado en lonja, hacen que el sector pesquero esté afrontando retos de gran calado para asegurar su supervivencia.
La pesca mundial representa el 1,2% del consumo de combustible global. Esto determina que se emitan 134 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera. A pesar de que las emisiones de gases de efecto invernadero no estén todavía reguladas para los buques pesqueros, es previsible que su reducción sea una exigencia en un futuro próximo.
Así pues, en este contexto el sector pesquero debe ser proactivo y presentar una estrategia consistente para combatir todos estos retos. Las auditorías energéticas constituyen una pieza clave en este marco.
Qué es y qué implica una auditoría
Una auditoría energética es un proceso que sirve para obtener una radiografía detallada de los flujos de energía de un buque pesquero y plantear medidas que ayuden a conseguir un ahorro energético, económico y ambiental.
Las auditorías energéticas son flexibles. Mediante ellas, en pesca se analizan el patrón de actividad del buque, que determina el tiempo empleado y energía consumida en sus trayectos de ruta a las zonas de pesca, durante las actividades de pesca y su estancia en puerto. De la misma manera, se obtienen los patrones de consumo del motor principal (propulsor), motores auxiliares y consumidores de energía más destacados. Entendiéndose como auxiliares los motores que generan electricidad y accionan sistemas hidráulicos, y como consumidores de energía los sistemas frigoríficos, bombas de trasiego, sistema de iluminación y maquinaria de pesca.
En la práctica, el consumo de combustible del motor principal se mide mediante caudalímetros, que proporcionan los datos de consumo instantáneo. Estas mediciones se complementan con el uso de un torsiómetro instalado en el eje, para conocer la potencia propulsiva de la hélice. Al mismo tiempo es esencial registrar la velocidad y rumbo del buque. Un sistema ya probado satisfactoriamente a bordo de buques pesqueros para la medida y gestión del consumo de combustible del motor principal es el sistema “GESTOIL“.
El consumo eléctrico ligado al uso de los motores auxiliares se mide mediante analizadores de redes y con él se calcula el combustible consumido. Una auditoría más detallada podría incluir el uso de una cámara termográfica y contadores de energía. La primera proporciona una imagen escalada de temperaturas, útil para la detección de anomalías. Los segundos, ofrecen el consumo de energía del equipo.
El alcance técnico de la auditoría y el tiempo invertido en ella son variables. El proceso puede oscilar entre 2 y 6 meses dependiendo de la variabilidad del tiempo invertido en la mar (mareas) y la necesidad de obtener datos representativos de la operación del buque.
El procedimiento
Las auditorías energéticas están reguladas mediante la norma UNE 216501. Adaptando el contenido de la norma al caso de los buques pesqueros, y considerando las peculiaridades de este sector, se recomienda adoptar los siguientes pasos para llevarla a cabo: (1) definir el alcance de la auditoría junto con el armador; (2) reunirse con el armador, el patrón y el maquinista para explicarles el proceso de la auditoría energética; (3) visitar el buque para conocer el medio a auditar; (4) enviar por escrito lo pactado al armador; (5) reconfirmar las condiciones y alcance de la auditoria; (5) enviar un cuestionario al armador, solicitando información general sobre el buque, que incluya la factura anual del combustible, precio y características del gasóleo, y detalle de las capturas (especies objetivo y toneladas); (6) recibir el cuestionario con los datos solicitados; (7) instalar los equipos de medida; (8) recoger los datos registrados por los distintos equipos de medición y los obtenidos mediante entrevistas al maquinista/patrón; (9) analizar los datos; (10) formular medidas de eficiencia energética; (11) presentar los resultados al armador e informe final.
Los beneficios
Existen diversas opciones de ahorro energético. Éstas van desde cambios estructurales (como el uso de bulbos, cambio de la hélice actual por una más eficiente, uso de variadores de frecuencia) a medidas operacionales como reducir la velocidad de navegación u optimizar rutas de navegación en función de criterios varios. El ahorro potencial puede variar orientativamente entre un 15-20%. No obstante, la decisión sobre los cambios a implantar (estructurales u operativos) depende habitualmente del período de retorno de la inversión. En ocasiones, los cambios estructurales implican una inversión importante en un primer momento, pero pueden ser amortizados en corto tiempo. Este sería el caso de las hélices más eficientes, que se estima pueden amortizarse en períodos de menos de 3 años.
Una inversión cuantitativamente importante puede resultar poco atractiva dada la delicada situación económica actual. Y las medidas con menor inversión económica resultan mejor acogidas. Este ha sido el caso de un buque de cacea que después de instalar el sistema “GESTOIL” a bordo, para la medición y gestión del consumo y realizar la auditoría energética, ha adoptado, como principal medida de ahorro, la decisión de no sobrepasar un determinado umbral de velocidad de navegación en ruta. Esta medida ha proporcionado al armador y patrón del buque, un ahorro energético del 20% (20.000 litros en valores absolutos) sobre el consumo anual de combustible del buque.
Las medidas energéticas identificadas en los procesos de auditoría energética son específicas de cada buque auditado. Esto es así, dado que las instalaciones, estado de los motores y consumidores de energía son específicos del buque, no habiendo dos buques equivalentes en términos de balance energético. El factor humano también juega un papel importante en el consumo ya que este último depende de las costumbres de los pescadores a bordo.
Los 10 reglas de oro para que la auditoría tenga éxito
Los buques pesqueros suelen tener un tiempo limitado cuando amarran en puerto. Esto puede dificultar las mediciones y la recogida de datos. A continuación se plantean 10 puntos para garantizar que la auditoría energética funcione y se adopten medidas adecuadas y exitosas para cada buque.
- El armador tiene que estar convencido de los beneficios potenciales, económicos y ambientales, derivados de realizar una auditoría de su buque.
- El armador debe de participar en la auditoría y definir en común con el auditor el procedimiento, los pasos a seguir y sus implicaciones.
- Los medios necesarios deberán de estar disponibles a tiempo para realizar la auditoría. Asimismo, toda la documentación deberá de estar preparada antes de la primera visita del auditor. Esto ahorrará tiempo y reducirá el coste.
- El maquinista deberá de participar en todas las visitas técnicas. Por el contrario, las entrevistas se realizará en un lugar sin ruido.
- Se debe de contemplar la posibilidad de incentivar a patrón/maquinista si se cumplen los objetivos de ahorro energético.
- Las pequeñas medidas de ahorro energético también son válidas; no deben desecharse ahorros porque a priori parezcan poco significativos.
- Las medidas de ahorro energético que se lleven a cabo no deberán afectar negativamente a la pesca.
- Extrapolar datos a partir de una pequeña muestra de observaciones y registros puede provocar errores de diagnóstico. Para que los datos y resultados de la auditoría sean representativos deben de incluir suficientes registros para que se asemejen a la realidad, ya que los registros son sensibles a variables ambientales, estado del buque, tipo de flota, períodos en la mar del buque, corrientes o estado de la mar.
- La implantación de las medidas de ahorro que surgen a partir de una auditoría energética junto al uso de un sistema de gestión de consumo de combustible (“GESTOIL” o similar) permiten al patrón la toma de decisiones a tiempo real en base a datos instantáneos de consumo, pero también acumulados, con el fin mejorar la eficiencia energética del buque.
- Ante cualquier cambio estructural u operativo del buque una auditoría puede proporcionar datos fiables que optimice la toma de decisiones acertada.
Autores: Oihane C. Basurko, Gorka Gabiña, Zigor Uriondo. Publicado en “Ruta pesquera“