Recientemente Australia solicitó al Tribunal Internacional de Justicia que revoque a Japón todos los permisos de caza de ballenas. La flota japonesa usa una controvertida laguna legal en la prohibición de la Comisión Ballenera Internacional (IWC) de 1986 sobre la caza comercial de ballenas. Este vacío legal permite la caza con fines científicos al nivel que cada país miembro lo estime apropiado.
El Plan de Pesca Científica de Japón describe un “proyecto de investigación a largo plazo de duración indeterminada” que estudia comportamiento alimentario, contaminación ambiental y estructura de la población.
El Comité Científico de la IWC publicó un artículo hace 10 años criticando “el uso innecesario del muestreo letal” del proyecto de investigación japonés. La muerte de estas ballenas , según este artículo, es innecesaria porque hay muchas alternativas usadas con éxito por científicos de todo el mundo.
A continuación hacemos un repaso de siete de estas técnicas.
1) Recogida de presas
Si se quiere averiguar lo que está comiendo un animal, la manera más efectiva es mirar lo que comen. Esto es exactamente lo que hacen muchos investigadores. Por ejemplo, en el Pacífico noroeste, los investigadores recogen escamas de peces de la estela que dejan las orcas. Luego las analizan para determinar a qué especie pertenecen.
2) Análisis de heces
Si no puedes ver lo que están comiendo, mira lo que está saliendo por el otro lado. Perros especialmente entrenados huelen el agua y son capaces de detectar heces flotando en el agua desde una distancia de 1 milla náutica (1852 metros) de las ballenas, por lo tanto una distancia que no las molesta. Las heces se recogen con una red y se analizan en busca de ADN de las presas.
3) Cámaras
Cámaras fijadas por ventosa a su superficie corporal filman a las ballenas según van buscando comida y se alimentan. Como dicha superficie es lisa, la cámara se fija sin problemas y sin dañar al animal, permitiendo a los científicos observar su comportamiento.
4) Biopsia
Para estudiar la genética de poblaciones de una especie, los científicos a veces necesitan muestrear tejidos. Esto se hace por medio de una biopsia, cogiendo un trozo de tejido para su análisis con un dardo que recoge una pequeña muestra. El análisis genético determinará las relaciones entre los diferentes ejemplares, el sexo, las toxinas a las que ha estado expuesto, etc.
5) Necropsia de ejemplares varados
Cuando una ballena muerta se queda varada en la playa, se pueden realizar diversos análisis tanto para averiguar la causa de su muerte como para conocer aspectos de la biología de la especie. Se analiza el contenido estomacal para determinar su alimentación, se cogen muestras de tejidos como se ha explicado anteriormente, se determina su sexo y edad, etc.
6) Análisis del aliento
Son como los test de alcoholemia pero en las ballena se miden niveles de hormonas y patógenos para saber si el animal está enfermo, estresado o su situación reproductiva. La muestra se toma acercando una caña con un calcetín en su extremo al soplido de la ballena.
7) Foto-identificación
Muchas ballenas tienen rasgos únicos, como los humanos tienen huellas dactilares, lo que permiten identificarlos de manera individual y a lo largo del tiempo. Los investigadores recogen fotografías de ballenas para estimar cuántas son en una determinada población y cómo interaccionan entre ellas.
Estos son algunos de los métodos no invasivos que se pueden usar para estudiar las ballenas sin tener que recurrir a métodos letales. Con estas técnicas innovadoras, se podrían lograr muchos de los objetivos del Plan de Investigación Japonés.
(Extraído de Alexis Rudd: “Seven alternatives to Scientific Japanese Whaling (that can save the whales)”)