Hoy los dos barcos nos encontramos en las antípodas, por así decirlo, de la campaña. Nos separan casi trescientas millas náuticas (esto es, unos quinientos kilómetros) de agua. El Itsas Lagunak peina el radial de Estaca de Bares, mientras que nosotros trabajamos al Norte de la isla de Re. Allí, en el Cantábrico, el mar va bajando poco a poco. Aquí en el Norte, disfrutamos de un día perfecto. Calma chicha, cielo completamente despejado y una jornada digna de un documental: delfines saltando, calderones pastando en una mancha de kril, alcatraces lanzándose al agua como cazas de la segunda guerra mundial y hasta una tortuga chapoteando saca la cabecita del agua para saludarnos al pasar.
Y de postre, tarta.