En el Emma Bardán entramos en Pasaia por la mañana.
El Itsas Lagunak, por su parte, trabaja todo el día recorriendo un radial de cien millas frente a la costa asturiana. A media tarde terminan el radial y enfilan hacia el puerto de Gijón en medio de un temporal de viento y mar. Durante la navegación, rachas de vientos del Noroeste de más de veinticinco nudos van levantando olas de hasta tres metros de altura. Para cuando entran en Gijón, ya de noche, se les ha revuelto un poco la cena. ¡Aupa chavales!