El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha desarrollado un sistema equipado con hidrófonos que registra, por primera vez en tiempo real y a través de internet, los sonidos del fondo marino.
El Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas (LAB) de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha desarrollado un sistema equipado con hidrófonos que registra, por primera vez en tiempo real y a través de internet, los sonidos del fondo marino.
El LAB, dirigido por Michel André, ha desarrollado unos algoritmos que interpretan estos sonidos de manera automatizada, los clasifican en tiempo real según sean de origen biológico o antropogénico y, dentro de esta división, identifican las especies de cetáceos presentes en el área estudiada. Los datos permiten medir el grado de impacto de las fuentes de contaminación acústica sobre la conservación de los ecosistemas.
La innovación es pionera en el mundo y permite un ahorro considerable del tiempo de análisis y de recursos humanos en los procesos de detección y clasificación de los sonidos, ya que éstos son totalmente automatizados. De esta forma, la tecnología evita que el flujo continuo de datos acústicos sin analizar que llega a los centros de investigación sature los discos duros de estos centros, un problema existente a la hora de tratar informáticamente las series ininterrumpidas de datos.
Finalmente, las señales acústicas y el resultado del análisis se pueden escuchar y visualizar en directo a través de una web accesible para la comunidad científica internacional y las personas no expertos.
La importancia del ruido en el mar
El ruido en el mar ha existido siempre, de manera natural o biológica. Sin embargo, debido a su carácter reciente y no controlado, la introducción masiva de fuentes sonoras artificiales se ha convertido en una amenaza para su equilibrio natural, más importante que cualquier otra contaminación del medio marino.
El sentido del oído es vital para los cetáceos, ya que lo utilizan para buscar las presas, orientarse, migrar, relacionarse entre miembros de la misma especie. Por lo tanto, una correcta funcionalidad auditiva asegura su supervivencia.
Mediante un conjunto de 13 hidrófonos instalados en más de una decena de plataformas submarinas ubicadas por todo el mundo, el sistema de la UPC detecta la presencia de cetáceos y permite el estudio de las relaciones de estos animales con su hábitat y con otros mamíferos. La innovación abre un mundo completamente inédito para el conocimiento biológico de estas especies. Pero la importancia del proyecto LIDO radica en la posibilidad de acercarse a la sensibilidad de los cetáceos frente a las fuentes de contaminación acústica, detectar las interacciones entre estos animales y la actividad humana y, lo fundamental, permite tomar decisiones para mitigar el ruido cuando la vida de estos mamíferos se ve amenazada.
Hasta ahora, se ha relacionado el aumento de los anclajes de ballenas, cachalotes y otros cetáceos en las playas con el incremento del ruido producido por la pesca, el comercio marítimo, las maniobras militares o la construcción de plataformas petrolíferas y parques eólicos. Ahora, gracias a la tecnología desarrollada por el equipo de investigación de la UPC, instalado en el Campus de Vilanova i la Geltrú, se podrá comprobar con certeza la relación de causa-efecto directa que existe entre los dos hechos.
A partir de esta información, los gobiernos, las instituciones o las empresas que operan en el mar pueden establecer protocolos de actuación para evitar que estas especies sufran la exposición a ruidos de origen humano que puedan causar daños auditivos, y a consecuencia, se desequilibren los ecosistemas marinos.
Fuente: Universitat Politècnica de Catalunya