Escala en Saint Nazaire. Al igual que el puerto comercial de La Rochelle, el puerto de Saint Nazaire está ubicado en una antigua base de submarinos alemana de la segunda guerra mundial. La base consiste en un embalse rectangular conectado al Loira a través de exclusas de doble compuerta. El embalse está flanqueado por bunquers de hormigón con muros de varios metros de espesor, que ahora el municipio intenta explotar turísticamente a base de visitas guiadas y museos. La convivencia entre los bunquers, las lonjas del puerto, los museos, el centro comercial de diseño y, en medio de todo, una fábrica de productos del girasol que impregna el lugar de un olor a pipas tostadas es, como mínimo, extraña.
A primera hora de la mañana alquilamos un coche y conducimos cuatro horas hasta Burdeos, donde nos encontramos con una compañera de AZTI que nos sube el hidrófono de repuesto. Luego conducimos otras cuatro horas de vuelta para llegar a Saint Nazaire ya de noche. Cena fría y a dormir, que el barco sale otra vez de madrugada.