Roger Bland, profesor de física de la Universidad de San Francisco, analizó las grabaciones de 4.378 cantos de ballenas azules en la zona de la costa de California y se centró en los cantos de tipo B, el largo y triste lamento que es la segunda mitad del canto de las ballenas azules y que es específico de la población del Pacífico nordeste.
Encontraron que todas las ballenas emiten el canto B en el mismo tono, a 16,02 herzios.
Estos investigadores sugieren que si las ballenas son capaces de emitir cantos en tonos tan precisos, es probable que puedan también detectar las variaciones del sonido en movimiento debidas al efecto Doppler (el cambio de sonido que se produce cuando un objeto en movimiento que emite sonidos, por ejemplo, una sirena, se aleja de nosotros). Esto les ayudaría a localizar a sus posibles congéneres/parejas.
Previas investigaciones parecen indicar que estos cantos son emitidos por los machos mientras viajan y las hembras les localizarían gracias a esta capacidad recién descubierta.