El estuario del río Nervión (o Ría de Bilbao) y sus márgenes constituyen una de las áreas más industrializadas y de mayor densidad poblacional del golfo de Bizkaia. Su situación geográfica y la riqueza de sus recursos minerales, favorecieron que toda la zona experimentara desde finales del siglo XIX un intenso desarrollo industrial y demográfico…
El estuario del Nervión, un sistema maltratado durante años
El estuario del río Nervión (o Ría de Bilbao) y sus márgenes constituyen una de las áreas más industrializadas y de mayor densidad poblacional del golfo de Bizkaia. Su situación geográfica y la riqueza de sus recursos minerales, especialmente el hierro, favorecieron que toda la zona experimentara desde finales del siglo XIX un intenso desarrollo industrial y demográfico. Durante muchos años, los efluentes urbanos e industriales fueron vertidos directamente al estuario sin ningún tipo de tratamiento. El sistema se deterioró de tal forma que, en los años 70, las aguas presentaban muy bajos niveles de oxigenación y elevadas concentraciones bacterianas, los sedimentos estaban contaminados y, como consecuencia de ello, no existía fauna en la mayor parte del cauce.
El Plan Integral de Saneamiento
Ante esta situación, en 1979 se aprobó el Plan Integral de Saneamiento del Bilbao metropolitano, un ambicioso proyecto diseñado para contrarrestar los procesos de eutrofización, contaminación por vertidos, malos olores y propagación microbiana a las que estaban sometidas las aguas del estuario y las playas que se localizan en sus proximidades. El objetivo principal era la recuperación ambiental de la Ría, para lo cual se fijó un 60% de oxigenación como estándar para medir la calidad de las aguas.
El plan de saneamiento consiste en una red de unos 200 kilómetros de interceptores, colectores y varias estaciones de depuración de aguas, siendo la más importante la de Galindo, en Sestao, que trata diariamente 350.000 m3 de aguas residuales.
Con el fin de evaluar la eficacia de estas medidas, en 1989 comenzaron a realizarse estudios de seguimiento del sistema. El Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, AZTI-Tecnalia y la Universidad del País Vasco se encargan de llevar a cabo esta labor de vigilancia. De este modo, todos los años se realizan campañas para evaluar el estado de la Ría y su evolución. Estos programas incluyen el estudio de los principales elementos del sistema, como son las características del agua, sedimentos, comunidades de plancton (organismos que viven suspendidos en el agua), comunidades bentónicas (organismos que habitan dentro o fijadas a los fondos) y fauna demersal (animales que viven cerca del fondo).
Hoy se puede pescar desde el Abra hasta el Arenal
Después de 25 años de trabajos, que han supuesto una inversión superior a 700 millones de euros, la vida ha vuelto al estuario: 50 especies de peces, decenas de aves y más de 170 especies de fauna invertebrada están asentadas en él y la recuperación de sus riberas ha generado nuevos espacios de ocio.