La acuicultura es uno de los sectores productores de alimentos que más rápido crece: supone el 40% de la producción mundial de peces y otros organismos acuáticos. Por ello, se ha convertido en una parte integral de los ecosistemas costeros en muchas partes del mundo, en consecuencia afectando al medio ambiente. Sin embargo, también a su vez la acuicultura recibe los efectos del medio ambiente, tanto mediante los procesos naturales como antropogénicos.
La acuicultura es uno de los sectores productores de alimentos que más rápido crece: supone el 40% de la producción mundial de peces y otros organismos acuáticos. Por ello, se ha convertido en una parte integral de los ecosistemas costeros en muchas partes del mundo, en consecuencia afectando al medio ambiente. Sin embargo, también a su vez la acuicultura recibe los efectos del medio ambiente, tanto mediante los procesos naturales como antropogénicos.
El proyecto europeo ECASA (Ecosystem Approach for Sustainable Aquaculture, Enfoque Ecosistémico para una Acuicultura Sostenible), formado por un consorcio de 16 institutos de investigación marina incluido AZTI-Tecnalia, identificó una lista de posibles impactos a tener en cuenta a la hora de planificar y gestionar una instalación de acuicultura en el medio marino:
1. Clima-tormentas: aunque las granjas marinas suelen evitar zonas muy expuestas, esta es la principal causa de pérdidas económicas.
2. Enfermedades y parásitos: es la segunda causa de pérdidas, en parte debido a ciertas prácticas de gestión (hacinamiento, medidas profilácticas, gestión sanitaria) pero también a causas ambientales (calidad del agua, proximidad a otras granjas de acuicultura).
3. Ataques de predadores: aunque menos importante, los predadores causan daños de forma impredecible. Como muchos de los predadores son especies protegidas, las instalaciones de acuicultura sólo pueden evitar localizarse en áreas donde se dan dichas especies (colonias de aves, focas, playas de desove de tortugas, zonas de avistamiento de delfines y atunes, etc.)
4. Contaminación: es más un riesgo potencial que una fuente de pérdidas para la acuicultura. Sin embargo, algunos eventos (vertidos de combustible) pueden ser altamente destructivos.
5. Otros: conflictos con otros usuarios de la zona costera (pescadores, turistas, residentes, etc.)