Ayer se celebró en el Aquarium de San Sebastián un homenaje a la historiadora canadiense Selma Huxley, reconocida internacionalmente por sus trabajos sobre las pesquerías balleneras vascas en Canadá. Como fruto de esas investigaciones, la UNESCO declaró precisamente este sábado 22 de junio a la estación ballenera vasca Red Bay (Labrador, Canada) del siglo XVI como Patrimonio de la Humanidad por su interés natural y cultural.
Selma Huxley se mudó al País Vasco en 1972 para hacer investigaciones de archivo sobre un aspecto de la historia canadiense y vasca del que se sabía muy poco: la presencia vasca en la antigua Terranova, unos 2.000 kilómetros de la costa atlántica de Canadá, en los siglos XVI y XVII.
Residió 20 años en Oñati, estudiando exhaustivamente el Archivo Histórico de Protocolos de Gipuzkoa , así como otros archivos parroquiales, municipales, notariales, judiciales, etc., en lugares como Tolosa, Bilbao, Burgos, Valladolid, Madrid, Sevilla y Lisboa. Poco a poco fue descubriendo miles de manuscritos de los siglos XVI y XVII, en español antiguo, relacionados con la presencia vasca en Terranova, incluyendo pólizas de seguro, pleitos, testamentos, cartas de fletamento, contratos para tripulantes y listas de aparejos y provisiones. También fue encontrando miles de manuscritos relativos a los otros sectores de la economía marítima vasca como la construcción naval, el comercio y la pesca en Europa.
Con estas evidencias demostró la existencia de una pesquería organizada y a escala industrial entorno a la pesca bacaladera y ballenera en el siglo XVI en Labrador, sus puertos, restos arqueológicos de sus bases, así como la presencia de galeones vascos hundidos en aquellos puertos, entre ellos el San Juan (1565).
En 1981 el Gobierno de Canadá le otorgó la Orden de Canadá, su máximo galardón civil, por su trabajo pionero y por haber hecho “una de las más brillantes contribuciones, en años recientes, a la historia de esta nación.” Uno de esos puertos balleneros hallados por ella, el actual Red Bay, en Labrador, fue declarado Sitio Histórico Nacional de Canadá y más recientemente Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El Aquarium de San Sebastián rindió ayer homenaje a esta ilustre historiadora y le entregó la Medalla de Oro del Aquarium en un acto rodeada de sus amigos, familiares y colaboradores.