La gestión pesquera ha sido tradicionalmente ejercida por los gobiernos con respaldo técnico de la investigación científica y con una menor o mayor participación de la industria pesquera. Los consumidores finales de los productos pesqueros han jugado hasta hace muy poco un rol pasivo en la gestión. Las nuevas tendencias mundiales de la gestión pesquera, sin embargo, otorgan una creciente importancia a los consumidores como elemento motivador de acciones, por parte de industria pesquera, que aseguren una explotación sostenible de los recursos.
La gestión pesquera ha sido tradicionalmente ejercida por los gobiernos con respaldo técnico de la investigación científica y con una menor o mayor participación de la industria pesquera. Los consumidores finales de los productos pesqueros han jugado hasta hace muy poco un rol pasivo en la gestión. Las nuevas tendencias mundiales de la gestión pesquera, sin embargo, otorgan una creciente importancia a los consumidores como elemento motivador de acciones, por parte de industria pesquera, que aseguren una explotación sostenible de los recursos.
¿Un rol para el consumidor en la gestión de los recursos pesqueros?
Es probable que en alguna ocasión haya usted encontrado algún tipo de etiqueta que indique que el pescado que desea llevar a casa ha sido extraído por métodos que no dañan al medio ambiente o que las artes de pesca utilizadas incorporan dispositivos que reducen la captura incidental de especies como los delfines, las tortugas o las aves. Dicho etiquetado en un mecanismo de gestión basado en el mercado que provee información al consumidor para una decisión de compra informada. Esta etiqueta puede determinar un mayor o menor volumen de ventas para los productores e intermediarios, convirtiéndose en un poderoso incentivo económico para que los productores pesqueros y acuícolas asuman un compromiso por la conservación y la sostenibilidad. Por lo tanto, posee un gran potencial para propiciar la pesca sostenible.
Para obtener un eco-etiquetado los productores deben respetar una serie de estándares nacionales e internacionales establecidos por gobiernos y agencias internacionales, por ejemplo, la FAO y su código de conducta para la pesca sostenible. Un aspecto fundamental para el éxito de una gestión basada en mecanismos de mercado es la creación de una conciencia conservacionista en los consumidores. Dicha conciencia es particularmente importante ya que ésta impulsa al consumidor final a pagar el costo adicional de un producto con eco-etiqueta, debido a esto, sin embargo, es probable que el eco-etiquetado tenga mayor éxito en países desarrollados que en países en vías de desarrollo.
Certificación MSC
Según el informe de FAO sobre el estado de la pesca y la acuicultura en el mundo (SOFIA 2008) existe un número significativo de eco-etiquetas y certificaciones que garantizan que los productos pesqueros han sido extraídos respetando riguroso estándares internacionales vinculados no solo a objetivos ecológicos y medioambientales sino también sanitarios y socio-económicos. Un caso notable de etiquetado es el del Marine Stewardship Council (MSC) que es en la actualidad uno de los etiquetados más reconocidos por los rigurosos estándares medioambientales y ecológicos que imponen a los productores que desean exhibir su etiqueta en sus productos. En resumen, el consumidor final juega un papel cada vez más directo y necesario para garantizar una pesca y una acuicultura más sostenibles.