El tráfico marítimo se ha cuadruplicado en los últimos 20 años, causando probablemente un aumento en la contaminación del aire, agua y ruido en mar abierto, según un estudio que ha cuantificado el tráfico global de barcos.
Usando datos de satélite, se estimó que el número de barcos presentes en el mar por año entre 1992 y 2012 experimentó un aumento espectacular, con un incremento del 60% entre 1992 y 2002 y un aumento incluso mayor en la segunda década del estudio.
El tráfico aumentó en todos los mares excepto en la costa de Somalia, donde la piratería ha paralizado casi completamente el transporte marítimo desde 2006. En el océano Índico, donde se localizan las rutas más frecuentadas del mundo, el tráfico aumentó más del 300% en ese periodo de 20 años.
Los buques propulsados por combustibles fósiles emiten aceite, gasóleo y desechos al agua y gases a la atmósfera. El transporte marítimo también es una fuente de contaminación acústica, cada vez más considerada como potencialmente dañina para mamíferos marinos, según Tournadre, geofísico en Ifremer y autor del estudio.
Tanto el comercio internacional como el tamaño de las flotas mercantes han incrementado rápidamente en las dos década pasadas. El creciente tráfico ha disparado la contaminación atmosférica, especialmente en la ruta Sri Lanka-Sumatra-China donde el estudio detectó un aumento del 50% en el dióxido de nitrógeno, un contaminante atmosférico común. El autor de este artículo señaló que espera que “este nuevo estudio contribuya a comprender cómo las actividades humanas están afectando a los ecosistemas marinos y también a mejorar los modelos de polución atmosférica en mar abierto”.
Los nuevos datos proporcionarán a los científicos conocimientos valiosos sobre los patrones del tráfico marítimo y su efecto en el medio ambiente. Este estudio ha recopilado un conjunto de datos único, por lo que es probable que se extraigan conclusiones novedosas.
Primer estudio a escala global
Es el primer estudio que rastrea el tráfico marítimo a escala global. Actualmente, el tráfico se controla usando el Sistema de Identificación Automática (AIS). Cuando los barcos están cerca de la costa, usan transpondedores para avisar de su localización a otros barcos y estaciones terrestres. Sin embargo el AIS no funciona bien cuando los barcos están en mar abierto. Los buques a menudo se encuentran fuera del rango de alcance de las bases terrestres o de otros barcos y pocos satélites tienen la instrumentación AIS necesaria para localizar barcos desde el espacio.
El método presentado en este estudio usa altímetros (instrumentos que miden la altitud) instalados en satélites que detectan la situación de los barcos, de manera similar a cómo se localizan y siguen los icebergs. El altímetro envía una señal de radar desde el satélite a la Tierra y construye una imagen de la superficie del mar basada en el tiempo que tarda la señal en rebotar de vuelta y en la forma de la señal cuando llega, que puede dar información sobre las características de la superficie en la que rebota. Si la señal alcanza algo como un barco, una isla o un iceberg la forma del eco cambiará.
Buscando icebergs encontraron los barcos
En 2007, Tournadre estaba enterrado entre miles de datos de satélite buscando señales de icebergs en los mares polares cuando notó una forma extraña en los datos.
“Encontramos unos datos poco convencionales en una zona y un análisis cuidadoso nos mostró que era un faro cerca de una ruta de transporte. Según procesamos los datos de toda la Tierra, detectamos también barcos”
Tournadre encontró que los datos de altimetría reproducían con gran precisión rutas marítimas conocidas y se podían usar para estimar el número de barcos en todo el mundo. El estudio usó datos de altimetría de siete satélites diferentes para mapear y calcular el tráfico marítimo desde 1992 a 2012, mientras que los registros del AIS proporcionan una cobertura relativamente limitada en el espacio y en el tiempo, según Tournadre.
Sin embargo, Tournadre también advierte que parte del crecimiento visto en el tráfico ha podido ser sobre-estimado porque los barcos (especialmente los transportadores de contenedores) son mucho mayores que antes y posiblemente son más fáciles de detectar por los satélites.
El artículo original se puede encontrar aquí: J. Tournadre. Anthropogenic pressure on the open ocean: The growth of ship traffic revealed by altimeter data analysis. Geophysical Research Letters, 2014; DOI: 10.1002/2014GL061786