La flota vasca de bajura tiene como aliados tecnológicos a los satélites de observación terrestre MODIS, NOAA y JASON para la pesca del bonito y cimarrón. Estas dos especies (Thunnus alalunga y Thunnus thynnus respectivamente) tienen unas preferencias medioambientales muy marcadas. Por ejemplo se han determinado rangos de temperatura preferenciales de 16-20ºC para el primero y 17-21ºC para el segundo. Los datos de temperatura superficial del océano captados por los satélites, junto con otras variables medioambientales como la concentración de clorofila o la altura de la superficie libre del mar, pueden ser transformados en zonas de alta probabilidad de encontrar a estos túnidos.
La flota vasca de bajura tiene como aliados tecnológicos a los satélites de observación terrestre MODIS, NOAA y JASON para la pesca del bonito y cimarrón. Estas dos especies (Thunnus alalunga y Thunnus thynnus respectivamente) tienen unas preferencias medioambientales muy marcadas. Por ejemplo se han determinado rangos de temperatura preferenciales de 16-20ºC para el primero y 17-21ºC para el segundo. Los datos de temperatura superficial del océano captados por los satélites, junto con otras variables medioambientales como la concentración de clorofila o la altura de la superficie libre del mar, pueden ser transformados en zonas de alta probabilidad de encontrar a estos túnidos.
Esta relación entre la situación medioambiental del océano y los atunes es utilizada con provecho por los pescadores y los científicos. A principios de verano, cuando empieza la costera de estas dos especies en el Cantábrico, técnicos de Azti-Tecnalia envían mapas de probabilidad de pesca a la flota de bajura 2 veces por semana. Los pescadores, a su vez, registran las capturas (en cantidad y coordenadas geográficas), así como otros datos de interés, en una aplicación informática (Diario de Pesca). La información que éste contiene será de gran utilidad para que los científicos calibren y ajusten los modelos sobre los que se basan para calcular los mapas de probabilidad. También proporcionan información general sobre la dinámica de estas especies y contribuyen a su mejor conocimiento.
Esta colaboración exitosa entre nuestra comunidad pesquera y científica se viene dando desde hace 9 años, siendo los productos tecnológicos (mapas) cada vez más perfeccionados y la aceptación entre la flota cada vez más extendida.