El Urumea y sus riberas constituyen un hito vertebrador de la ciudad de San Sebastián: paisaje natural y arquitectónico, patrimonio cultural, historia, actualidad y devenir. El próximo 25 de junio, dentro del proyecto “Hidro-Logikak” de la Fundación Cristina Enea, el biólogo Raúl Castro, de AZTI-Tecnalia, nos sumergirá en un ameno embarque de cinco horas. Bajo el título Cinco horas con mi rí@, y si los elementos son favorables, los inscritos en este taller avanzarán al compás de la marea desde el muelle hasta Loiola, adquiriendo una nueva perspectiva de nuestro entorno litoral y reflexionando sobre las cuestiones que surjan a bordo. En Itsasnet hemos entrevistado al precursor de esta iniciativa.
El Urumea y sus riberas constituyen un hito vertebrador de la ciudad de San Sebastián: paisaje natural y arquitectónico, patrimonio cultural, historia, actualidad y devenir. El próximo 25 de junio, dentro del proyecto “Hidro-Logikak” de la Fundación Cristina Enea, el biólogo Raúl Castro, de AZTI-Tecnalia, nos sumergirá en un ameno embarque de cinco horas. Bajo el título Cinco horas con mi rí@, y si los elementos son favorables, los inscritos en este taller avanzarán al compás de la marea desde el muelle hasta Loiola, adquiriendo una nueva perspectiva de nuestro entorno litoral y reflexionando sobre las cuestiones que surjan a bordo. En Itsasnet hemos entrevistado al precursor de esta iniciativa.
Raúl Castro, biólogo donostiarra especializado en medio ambiente marino y peces, es miembro de AZTI-Tecnalia desde 1995. Colaborador del Consejo Asesor de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián y miembro de la Mesa Técnica del Agua del Programa de la Agenda 21 municipal, investiga la evolución de los ecosistemas litorales, constatando de primera mano los cambios históricos del cauce del Urumea y sus implicaciones en el equilibrio natural.
Raúl, has elegido un título muy literario para esta actividad: “Cinco horas con mi rí@. ¿Qué tienen en común la literatura y el río Urumea?
El título de la actividad propuesta -Cinco horas con mi rí@- procede una obra de Miguel Delibes de 1966 que recoge los reproches de una viuda ante el despojo de su esposo. A través de esta metáfora pretendemos reflexionar sobre nuestra (in)comprensión del estuario como espacio natural. La marea se deja sentir en todo el cauce que atraviesa el término municipal donostiarra, por lo que constituye una masa de agua dinámica y cambiante que acoge un ecosistema singular con una flora y fauna características, entre la que cabe citar el salmón. Así, el Urumea y su desembocadura se trata de un espacio natural intervenido que conviene conocer, además de disfrutar, ya que lo tenemos a un paso. Según nuestros últimos datos respecto al seguimiento de la calidad ecológica de nuestro litoral, la valoración para el conjunto del estuario no cumple con el objetivo marcado por la Directiva Marco del Agua para 2015 y se encuentra en riesgo medio de no poderlo alcanzar.
Hablas de un espacio natural intervenido, ¿en qué sentido?
La alteración irreversible de sus procesos ecológicos básicos como consecuencia de una progresiva artificialización es el principal causa de degradación para un sistema de estas características. Así, las alteraciones hidro-morfológicas, a diferencia de otros impactos, no pueden ser corregidos.
¿Es, por tanto, un proceso irreversible?
Como bien nos ha demostrado el Urumea desde que Delibes escribió su novela, las masas de agua responden rápidamente a procesos de saneamiento y depuración. Por muy intensa que llegue a ser la contaminación ¡resulta reversible! Según he podido averiguar, el último salmón del Urumea antes de nuestra generación de los 1960 se pescó cinco años después de la implantación de una empresa papelera en Hernani. Sin embargo, para cuando surgió Berria los guardas de Diputación ya habían constatado el retorno de la especie y siguen utilizando el azud que suministra agua a dicha industria para controlar la población. Al menos en este aspecto, hemos aprendido a convivir. Efectivamente, ese dinamismo consustancial a los estuarios que implica la adaptación a estas condiciones de las comunidades biológicas les confiere una alta capacidad de recuperación, lo que en ecología solemos denominar resiliencia y equivaldría en psicología a la capacidad de superación personal. Quizá sea lo que Menchu -el personaje protagonista del libro- pretende lograr a través de tanto reproche.
¿Y cómo hemos llegado a la situación actual en el río Urumea?
Tendemos a simplificar los sistemas naturales. Así, regulamos en nuestro provecho la cabecera de la cuenca para abastecernos de agua potable, explotamos forestalmente sus laderas, encauzamos las llanuras de inundación ocupando márgenes para agricultura, desarrollo industrial y urbano e infraestructuras de transporte. Incluso colocamos barreras en el cauce para utilizar el recurso hidráulico como fuente de energía. Ello modifica las masas de agua hasta extremos no recuperables,. Un buen ejemplo de ello son algunas especies para las que la continuidad hidromorfológica y ecológica del sistema resultan cruciales; éste es el caso de la anguila, especie en declive debido, en parte, a las alteraciones mencionadas.
En esto consiste precisamente nuestro esfuerzo como científicos, evaluar los procesos hasta definir sus límites de tolerancia de forma que aprendamos a aprovechar los recursos renovables sin esquilmar aquellos que no lo son. El Urumea como espacio de reflexión no es sólo un bonito lema para las jornadas Hidro-Logikak sino también un reto para sus ribereños.
¿Qué proyectos está desarrollando – o ha desarrollado- AZTI-Tecnalia en el Urumea?
Desde hace quince años estudiamos el estado y evolución de calidad del sistema del estuario y zona costera adyacente. En este sentido, invito a los lectores a consultar los informes en la página de la Agencia Vasca del Agua -Uragentzia (palabras clave: estado ecológico Urumea).También llevamos a cabo proyectos para la caracterización de los estuarios de Gipuzkoa para la Diputación y ahora, conjuntamente con ambas instituciones, lanzamos una interesante experiencia de repoblación de anguila. También cabe sacar a colación una idea sobre el cauce actual: se encuentra en equilibrio y en respuesta a un dragado volverá a colmatarse como paso previo para su recuperación. Por último, otro argumento de cara a la temporada de playas: desde que se formó el tómbolo sobre el que se asienta Donostia existe una continuidad entre el arenal de la Zurriola y el cauce del Urumea, sin intercambio significativo con la bahía de la Concha. En nuestra completa cartografía de fondos marinos hemos confirmado la presencia frente a la isla de Santa Clara de un paleo-cauce distinto al actual y de alguna esporádica visita a excavaciones de obra deducimos que el subsuelo donostiarra posee un gran interés científico como registro del devenir de un sistema litoral.
Quedan aún muchas cuestiones pendientes para los que acudáis a contrastar las razones del (estua)rio.
Cinco horas con mi rí@
Sábado 25 de junio
12:30-17:30
Taller (requiere inscripción previa): 943 453526
Raúl Castro, Biólogo de Azti-Tecnalia