Los ‘supervolcanes’ han sido culpados de ser responsables de múltiples extinciones en masa en la historia de la Tierra, pero la causa de sus erupciones masivas se desconoce. Una expedición en el Océano Pacífico intenta desentrañar ahora este misterio.
Los ‘supervolcanes’ han sido culpados de ser responsables de múltiples extinciones en masa en la historia de la Tierra, pero la causa de sus erupciones masivas se desconoce. Una expedición en el Océano Pacífico intenta desentrañar ahora este misterio.
La investigación se desarrolla dentro del proyecto Ocean Drilling Program (IODP), financiado por la National Science Foundation (NSF), y el objetivo es explorar los supervolcanes que hay en el mar, averiguar los orígenes de estos gigantes del fondo marino estudiando la Rise Shatsky, antiquísima cadena montañosa de origen volcánico de las costas de Japón.
Con este fin, se realizaron distintas perforaciones, observando el siguiente resultado:”la pérdida de especies, el aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y los cambios en la circulación del océano“, dice Rodey Batiza, geólogo de la NSF.
Con una base entre tres y seis kilómetros de la superficie, el Rise Shatsky es uno de los mayores supervolcanes del mundo, y se encuentra a unos 1.500 kilómetros al este de Japón, y sus medidas son del tamaño de California.
{xtypo_quote_right}La expedición se centra en descifrar la relación entre la formación de supervolcán y los límites de las placas tectónicas.{/xtypo_quote_right}
Pero su particular ubicación submarina no lo hace único, pues hay volcanes que se encuentran en el fondo del océano, formando mesetas oceánicas de gran tamaño.
Precisamente, desde la década de los sesenta, los geólogos han debatido sobre la formación y el origen de estas mesetas, preguntándose por el origen del magma, la roca fundida que se forma dentro de la Tierra.
Y, en concreto, la expedición IODP Shatsky se centra en descifrar la relación entre la formación de supervolcán y los límites de las placas tectónicas, una respuesta que, a su vez, ayudaría a saber qué desencadenó la formación del supervolcán.
Los resultados de esta expedición todavía no han dado una respuesta clara a este misterio, pero los datos recogidos podrían servir para que éstos u otros científicos lo hagan.
Fuente: www.physorg.com