El biólogo Joao Carlos Marques, del Instituto de Investigación Marina (IMAR) de Coimbra, Portugal, ofreció una charla en el Aquarium de San Sebastián el pasado 15 de julio, en el marco de los cursos de verano de la UPV. En dicha charla, se revisaron algunos conceptos clave en la gestión sostenible de los ecosistemas marinos, como la biodiversidad, la resilencia y la sostenibilidad.
El biólogo Joao Carlos Marques, del Instituto de Investigación Marina (IMAR) de Coimbra, Portugal, ofreció una charla en el Aquarium de San Sebastián el pasado 15 de julio, en el marco de los cursos de verano de la UPV. En dicha charla, se revisaron algunos conceptos clave en la gestión sostenible de los ecosistemas marinos, como la biodiversidad, la resilencia y la sostenibilidad.
¿Qué diferencia existe entre el término diversidad y biodiversidad?
La diversidad es un índice que básicamente mide la variedad biológica o, dicho de otro modo, la cantidad de información genética presente en un sistema biológico o ecológico determinado. Sin embargo, las diferentes fórmulas empleadas para calcular la diversidad no son capaces de expresar la variación a lo largo del tiempo y del espacio que conlleva la transformación de cualquier sistema vivo. El término biodiversidad ha aparecido más recientemente y se ha impuesto rápidamente ya que es un concepto mucho más “vendible” y más fácil de entender para los gestores. Abandona un poco los análisis cuantitativos y estadísticos y expresa más bien el número de especies existentes en relación a los cambios ambientales que suceden a través de la extinción, migración y especiación.
Otro concepto clave es el de la resiliencia, ¿cómo se puede definir, en términos ecológicos?
La resiliencia ecológica es una medida de la elasticidad del sistema, es decir, la capacidad que tiene de absorber un impacto, de reorganizarse y seguir manteniendo su función a pesar de estar sufriendo stress. Sin embargo, a pesar de esta capacidad, el sistema nunca será el mismo que antes: el camino que seguirá en esta recuperación es impredecible y la vuelta a su estado original es irreversible; por lo tanto, esta característica de la dinámica de los ecosistemas debería ser tenida en cuenta con muchísimo cuidado por los gestores a la hora de regular o permitir un determinado impacto en el medio.
Otro de los términos frecuentemente utilizados en la gestión de los ecosistemas marinos es el de la sostenibilidad, pero ¿es posible conjugar la sostenibilidad económica y la ecológica?
En mi opinión no es posible porque la sostenibilidad económica está dirigida por los mercados, por tanto habría que cambiar drásticamente el paradigma dominante de desarrollo económico. Además, mientras que algunos aspectos del ecosistema, como su estructura y funcionamiento, son conocidos (al menos el algunos casos) otros aspectos como su resiliencia o capacidad de carga son absolutamente desconocidos ni se pueden cuantificar. Por lo tanto, hablar de sostenibilidad ecológica y de gestión sostenible en estas condiciones representa un reto formidable.