¿Alguna vez te has levantado con un día espléndido para terminar empapado de camino al trabajo? En días así es fácil culpar al hombre del tiempo . Pero la profesora de Ingeniería Julie Crockett no se enfada con los metéorólogos. Entiende algo que muy poca gente sabe: las predicciones fallan porque los modelos que se usan no pueden seguir con precisión unos elementos enormemente decisivos llamados “ondas internas”.
Las ondas internas atmosféricas se propagan entre capas de aire de alta densidad y capas de baja densidad. Aunque es difícil de describir, casi todo el mundo ha sentido o visto estas ondas. Las nubes con dibujos de líneas repetidas son el resultado de las ondas internas; las turbulencias cuando viajamos en avión se dan cuando las ondas internas chocan unas contra otras y se rompen.
Las ondas internas son difíciles de capturar y cuantificar mientras se propagan y transportan energía a su alrededor, dice Crockett . Cuando los meteorólogos no cuentan con ellas a pequeña escala, el conjunto a gran escala resulta un poco distorsionado, y a veces, un poco distorsionado es suficiente para estar completamente equivocado en cuanto al tiempo.
Cuando las ondas internas transfieren su energía , pueden forzar a que el viento sople más fuerte o más flojo de manera que puede aumentar ciertos aspectos del tiempo a gran escala o en eventos atmosféricos extremos.
Las ondas internas también existen en el mar entre capas de agua de alta densidad y capas de baja densidad. Estas ondas, que a menudo son visibles desde el esapcio, afectan a la circulación general de los océanos y a fenómenos como la corriente del Golfo.
Tanto las ondas internas atmosféricas como las oceánicas transportan una cantidad de energía muy considerable que puede alterar el clima. Las últimas investigaciones de la profesora Crockett, que han sido publicadas en International Journal of Geophysics, detallan cómo influye la relación entre las ondas internas a pequeña escala y a gran escala en la altitud a la que se posita finalmente la energía de las ondas.
Para rastrear la energía de las ondas, Crockett y sus colaboradores generan ondas en un tanque de laboratorio y estudian cada aspecto de su comportamiento. Basándose en estos estudios, Crockett podrá desarrollar un modelo linear atnto en 2D como en 3D que permita una mejor predicción.
“El comprender cómo las ondas mueven la energía es muy importante en fenómenos climáticos a gran escala” dice Crockett.