Buena parte del litoral vasco presenta sustrato rocoso, con zonas expuestas y semi-expuestas debido a su orientación norte y noroeste (es decir, en la dirección de los vientos dominantes). En general, se trata de zonas poco protegidas, en las que el viento arrecia y las olas rompen con fuerza.
Buena parte del litoral vasco presenta sustrato rocoso, con zonas expuestas y semi-expuestas debido a su orientación norte y noroeste (es decir, en la dirección de los vientos dominantes). En general, se trata de zonas poco protegidas, en las que el viento arrecia y las olas rompen con fuerza.
En el golfo de Bizkaia, entre la pleamar y la bajamar transcurren 6 horas y 12 minutos aproximadamente, por lo que cada día suele haber dos pleamares y dos bajamares. La amplitud media de la marea (diferencia entre una pleamar y la bajamar siguiente) es de 2,7 m y en mareas vivas se pueden alcanzar casi los 5 m de amplitud mareal.
Así pues, en el litoral vasco encontramos numerosas zonas de rocas y charcas intermareales donde en poco espacio conviven especies de algas, invertebrados y peces.