La zona costera o litoral es la franja situada a un lado y otro del contacto tierra y mar. En ella convergen los tres grandes medios del planeta: el mar, la tierra y el aire. En esta particular zona de interacción existe una gran actividad biológica y una fabulosa biodiversidad; ello se explica por la abundancia de nutrientes procedentes de las zonas continentales y por la gran variedad de ambientes. Sin embargo, su cercanía a tierra también la expone, de forma directa e indirecta, a los efectos de la actividad humana, lo que explica la fragilidad de estos ecosistemas.
La zona costera o litoral es la franja situada a un lado y otro del contacto tierra y mar. En ella convergen los tres grandes medios del planeta: el mar, la tierra y el aire. En esta particular zona de interacción existe una gran actividad biológica y una fabulosa biodiversidad; ello se explica por la abundancia de nutrientes procedentes de las zonas continentales y por la gran variedad de ambientes. Sin embargo, su cercanía a tierra también la expone, de forma directa e indirecta, a los efectos de la actividad humana, lo que explica la fragilidad de estos ecosistemas.
Por su ubicación entre la tierra firme y el mar, la zona intermareal (franja del litoral comprendida entre la bajamar y la pleamar) está sometida a fuertes cambios de las variables ambientales, como son la luz, la humedad, la salinidad, la temperatura, el oxígeno disuelto o la exposición al oleaje.
Uno de los fenómenos naturales que más modulan estas variaciones son las mareas: en función del ascenso y descenso del nivel del agua, pueden variar drásticamente los valores de dichos parámetros.
Estos cambios en las variables ambientales se dan en poco tiempo y hacen que en la zona intermareal (tanto en playas como en estuarios y zonas rocosas) se den condiciones físico-químicas muy variadas y particulares. En todo caso, los múltiples organismos que allí habitan se hallan adaptados a dichas condiciones
Esta exposición presenta la zona rocosa de nuestras costas y sus charcas intermareales.
