Hoy, 26 de septiembre, celebramos del Día Marítimo Mundial. Una parte de la sociedad puede pensar que no hay mucho que celebrar con relación al mar, pues la presión que el ser humano ejerce sobre este ecosistema resulta verdaderamente preocupante, como viene advirtiendo la comunidad científica desde hace tiempo. La contaminación y la sobrepesca son dos ejemplos claros de esta presión, que está poniendo en jaque la buena salud del mayor ecosistema de la tierra.
Pero hemos utilizado el verbo celebrar al arranque de este artículo porque solo así se pueden valorar las oportunidades que se nos presentan como país abierto al mar. Es motivo de celebración contar con un amplio frente litoral, que nos permite relacionarnos, disfrutar y aprovechar este gigantesco tesoro que es el mar. Los océanos son generosos a la hora de brindarnos recursos y ahora vamos descubriendo nuevas posibilidades que pueden ofrecernos.
Tradicionalmente hemos observado a los océanos como fuente de recursos pesqueros. Pero si lanzamos una mirada nueva e innovadora al mar, encontramos un espacio en el que desarrollar actividades que impulsen la economía y la creación de empleo. Desde el centro tecnológico AZTI-Tecnalia apostamos por cinco sectores y actividades clave relacionadas con el mar, que cuentan con grandes oportunidades de implantación y desarrollo en nuestro país. Se trata de las energías renovables, la pesca y acuicultura, la biotecnología, la mejora ambiental, y el desarrollo de instrumentación y sistemas de medida.
Debe quedar claro que no se trata de considerar al mar como una gran nave industrial. El respeto al medio debe ser la condición necesaria para cualquier nuevo uso que queremos dar a nuestras aguas. En Euskadi contamos con la capacidad tecnológica necesaria para desarrollar las cinco actividades citadas de manera respetuosa con el medio marino. Comenzando por la energía, todos nos hemos maravillado de la fuerza del mar cuando estamos en un rompeolas. Esa fuerza, esa energía, podemos aprovecharla y así lo estamos haciendo ya. Como ejemplo, podemos citar los proyectos del Ente Vasco de la Energía en Armintza y Mutriku para utilizar la energía de las olas, así como otras propuestas en marcha para determinar la viabilidad de la energía eólica marina.
Con respecto a los recursos pesqueros, está claro que Euskadi es tierra de arrantzales desde tiempo inmemorial. En la actualidad, el País Vasco es una potencia en cuanto a su sector extractivo, también lo es en tecnología pesquera y conservera, y ha apostado de manera decidida por la I+D+i en el sector de la acuicultura. El pescado es una gran fuente de proteínas y la sociedad lo demanda de forma creciente. Por tanto, resulta necesario gestionar los recursos marinos de forma sostenible, así como desarrollar y diversificar la producción acuícola en mar abierto para hacer frente a esa demanda. En este sentido, Euskadi, cuenta con un importante potencial de empresas con capacidad tecnológica suficiente para la instalación de granjas marinas y para llevar a cabo esta actividad con respeto al entorno y con las técnicas más avanzadas.
Al principio del artículo citábamos la contaminación como un elemento que degrada la salud de los océanos. Pero el propio mar guarda recursos que nos pueden ayudar a luchar contra esta lacra. Las biotecnologías –tecnologías basadas en organismos vivos– se presentan como una gran ayuda en la llamada biorremediación, que se basa en la utilización de microorganismos marinos que actúan como agentes de descontaminación de las aguas. Esta innovadora especialidad cuenta con un gran futuro por su eficiencia y por ser respetuosa y compatible con los ecosistemas acuáticos. Además, las biotecnologías marinas nos abren la puerta a nuevos productos de utilidad que pueden emplearse en sectores como farmacia, alimentación o cosmética.
La gestión ambiental de nuestros mares es otra de las fortalezas que tenemos en Euskadi como sector de desarrollo. Contamos con centros tecnológicos y universidades de contrastado potencial investigador y con empresas e ingenierías ambientales de primer nivel. Este entramado está capacitado para desarrollar metodologías enfocadas a garantizar la mejor gestión ambiental marina posible, abarcando ámbitos como la prevención de accidentes, la lucha contra la contaminación, la gestión de situaciones de crisis, o la correcta implantación de obras en el entorno marino, como dragados, obras portuarias y de defensa de la costa, etcétera.
Todas las nuevas oportunidades que nos ofrece el mar deben estar apoyadas en la mejor tecnología disponible. Los desafíos mencionados precisan de la mejor vigilancia y control del medio oceánico. Estamos pues ante la oportunidad de desarrollar una industria auxiliar de alto valor añadido, que sea capaz de aportar nuevos instrumentos y sistemas de medida enfocados a la actividad marina actual y futura. Es el momento de capacitarnos para el desarrollo de sistemas de medida y sensores inteligentes que ayuden en los nuevos usos del mar y garanticen el respeto y la sostenibilidad de los océanos.
Debemos, en definitiva, aprovechar, con el máximo respeto ambiental, las inmensas oportunidades que nos ofrece nuestro viejo aliado, el mar.
Adolfo Uriarte y Lorenzo Motos, directores de Valor y de Tecnología de la Unidad de Investigación Marina de AZTI-Tecnalia.