El importante aumento de precio del petróleo está generando gastos de explotación del buque en concepto de carburante que alcanzan niveles de entorno al 50%. Ante la necesidad del sector pesquero de reducir los costes energéticos, hemos entrevistado a Esteban Puente, Coordinador del Área de Tecnología Pesquera y Marina de AZTI-Tecnalia sobre eficiencia energética y rentabilidad del sector pesquero.
El importante aumento de precio del petróleo está generando gastos de explotación del buque en concepto de carburante que alcanzan niveles de entorno al 50%. Ante la necesidad del sector pesquero de reducir los costes energéticos, hemos entrevistado a Esteban Puente, Coordinador del Área de Tecnología Pesquera y Marina de AZTI-Tecnalia sobre eficiencia energética y rentabilidad del sector pesquero.
Esteban, ¿cómo calificarías la situación energética dentro del sector pesquero?
La situación del sector pesquero en lo referente a los costes energéticos puede considerarse como muy preocupante. En efecto, el sector pesquero extractivo es un usuario intensivo de la energía que se refleja en la importancia del coste energético entre los costes operativos de los buques, en los que pueden constituir hasta el 40% de los mismos, aunque varía según modalidades y operativas de pesca. Por otra parte, los costes del combustible, actualmente ya en precios altos, siguen teniendo una tendencia alcista, que por otra parte no tiene visos de revertirse en el corto plazo dado el contexto internacional actual de fuerte demanda de productos derivados del petróleo y de aparentemente limitada oferta de los mismos en los mercados internacionales. Solamente el tipo de cambio ahora favorable del euro con respecto al dólar estadounidense, en que se negocian las grandes transacciones de productos del petróleo, constituye un ligero alivio al problema. Así pues, claramente la situación del coste del combustible es una importante amenaza para el sector pesquero que ya está empezando a condicionar la operativa de los buques de pesca; si no se revierte o se arbitran medidas para paliar el efecto sobre las flotas de pesca podría llegar a afectar a la conformación de la flota en el medio plazo.
Por otra parte, y en una visión más general hay que tener en cuenta que el sector pesquero español se debate en general entre limitaciones importantes de acceso a los recursos derivadas de las políticas pesqueras, una competencia exacerbada en los mercados de productos pesqueros de las importaciones de países terceros a precios muy competitivos, y en un contexto de costes operativos creciente (entre ellos el del gasóleo), lo que en mi opinión constituye un auténtico reto de supervivencia para las empresas pesqueras.
¿Consideras posible ahorrar en energía sin perder rentabilidad, o incluso consiguiendo mayor rentabilidad?
No solo lo considero posible, sino que en mi opinión resulta imperativo teniendo en cuenta el contexto económico desafiante en el que se desenvuelve el sector pesquero.
Lógicamente, las medidas de mejora de la eficiencia energética no solo tienen que ser viables técnicamente si no que deben reunir la condición sine qua non de que supongan una clara mejora económica. En última instancia, lo que se persigue con dichas medidas es un objetivo económico, puesto que la pesca es obviamente una actividad económica. Todo ello, sin perjuicio de que la minimización de los costes energéticos conlleve un efecto positivo de reducción en las emisiones de gases de combustión.
Lógicamente también, aquellas medidas de ahorro energético que aún siendo técnicamente viables no aporten una mejora económica por ser costosas y difícilmente amortizables de modo eficiente serán difícilmente aplicables, a no ser que hubiera una normativa que obligara a ello por razones de otra índole que la económica.
¿Es adecuado, o no, poner limitaciones técnicas para regular los recursos pesqueros?
Parece de sentido común que son necesarias medidas técnicas de regulación de los recursos como en tantas otras actividades ligadas a la explotación de los recursos naturales. En efecto unas pesquerías sin regulaciones darían lugar a que cualquier agente interviniera en las mismas, abocando muy posiblemente a escenarios de competencia exacerbada, hundimiento de los recursos naturales y de descontrol de la oferta en los mercados de productos que determinarían una actividad económica ineficiente, si no inviable. Todo ello sin entrar a valorar la calidad o efectividad de las regulaciones pesqueras actuales.
¿Consideras necesarios los proyectos de eficiencia energética, aunque su puesta en marcha suponga un aumento de la habilidad de pesca?
Entiendo que por “habilidad de pesca”, la pregunta se refiere a “capacidad de pesca”. En este sentido y hasta donde alcanza mi conocimiento, en general las medidas para la mejora de la eficiencia energética de los buques de pesca lo que pretenden en primera instancia es reducir el capítulo de costes operativos para mejorar la cuenta de resultados de las empresas pesqueras, teniendo en cuenta que los ingresos por pesca en general están limitados tanto por las cuotas de pesca como por los precios en los mercados de productos de la pesca. Desde este punto de vista y como ya se ha expresado anteriormente, los proyectos de eficiencia energética (y las soluciones técnicas y/o operativas que se deriven) me parecen imprescindibles, aunque aquí serían los agentes del propio sector quienes tendrían que manifestar su opinión al respecto.
En mi opinión, solamente en algunos casos minoritarios las medidas de ahorro energético pueden abocar colateralmente a un aumento de la capacidad de pesca, pero aún en este caso, teóricamente los límites de cuotas de pesca deberían de actuar como elementos de contención. Es decir, teóricamente en un escenario de una pesquería con una adecuada regulación pesquera, con límites de captura bien establecidos y un adecuado control de la misma, las medidas de mejora de la eficiencia redundarán en menores costes y por tanto mayor eficiencia económica.