Mediante la conversión en electricidad de la energía producida por las olas, el océano podría convertirse en una gigantesca planta energética. A dos millas de la costa de Fort Pierce, Florida, dos alas metálicas de 2,4 metros de altura y ancladas al suelo aletean en el fondo del mar, mecidas por las olas. Es el sistema Wing Waves, del que se estima que con 1.000 alas se podrían satisfacer las necesidades de energía de unos 200.000 hogares.
Mediante la conversión en electricidad de la energía producida por las olas, el océano podría convertirse en una gigantesca planta energética. A dos millas de la costa de Fort Pierce, Florida, dos alas metálicas de 2,4 metros de altura y ancladas al suelo aletean en el fondo del mar, mecidas por las olas. Es el sistema Wing Waves, del que se estima que con 1.000 alas se podrían satisfacer las necesidades de energía de unos 200.000 hogares.
El objetivo de este prototipo es demostrar una forma alternativa de producir electricidad limpia, verde y compatible con la vida marina. Wing Waves funciona aprovechando el movimiento elíptico de las olas a 10-20 metros de profundidad. Las alas pueden girar 30 grados de lado a lado y completar el arco entre ocho y diez segundos. El movimiento se convierte en energía mecánica que se puede utilizar para generar electricidad, la cual se puede enviar a tierra mediante cables, al igual que desde los parques eólicos marinos.
“Sólo se necesita una buena base de arena – alejada de los arrecifes de coral – y una profundidad de 12 metros. Lo podemos imaginar como abanicos de mar“, apunta Stephen Wood, profesor de sistemas marinos y medio ambiente en el Instituto de Florida de la universidad de Tecnología para la Ingeniería.
Según Wood el sistema funcionaría en cualquier costa con oleaje” y asegura que incluso en días de calma hay suficiente movimiento submarino como para mover las alas en su rango completo. En caso de muy mala mar, el Wing Waves está diseñado para bloquearse automáticamente.
El prototipo con el que se ha estado trabajando en Florida es de aluminio, pero los modelos operativos se construirán a partir de un material compuesto, más resistente a la corrosión y que debe durar 20 años. Además, según sus creadores, el sistema Wing Waves atrae a los peces y no perjudica a las tortugas marinas.
Clean and Green Enterprises, una empresa de energías renovables con sede en Florida ha estado trabajando en el sistema durante cinco años. Además de la producción de electricidad, Wing Waves es parte de un sistema para desalinizar agua marina.
Fuente: Ecoticias