Arqueólogos canadienses han descubierto los restos del Investigator, un buque británico que se ha acreditado como descubridor del legendario Paso del Noroeste. El barco, hallado en la remota Bahía Mercy en la provincia canadiense de los Territorios del Noroeste, permanece en buenas condiciones después de haber sido abandonado hace más de 150 años en el hielo.
Arqueólogos canadienses han descubierto los restos del Investigator, un buque británico que se ha acreditado como descubridor del legendario Paso del Noroeste. El barco, hallado en la remota Bahía Mercy en la provincia canadiense de los Territorios del Noroeste, permanece en buenas condiciones después de haber sido abandonado hace más de 150 años en el hielo.
El Investigator fue el buque británico enviado a la búsqueda de dos buques perdidos que formaban parte del la expedición del malogrado Sir John Franklin, que en 1845 fue enviado por la Marina Real para descubrir el Paso del Noroeste, que une el Atlántico con el Pacífico a través del archipiélago ártico de Canadá.
“Esto es definitivamente de la mayor importancia “, dijo Marc André Bernier, , jefe del servicio de arqueología subacuática con Parques de Canada, el organismo federal que realiza la investigación del Ártico. “Esta fue la nave que confirmó y fijó el descubrimiento de ese pasaje“. Bernier comparó el hallazgo con si se hubiera hecho lo propio con alguna de las naves de Colón.
Las heladas aguas han ayudado a conservar el buque , que yace en posición vertical sobre el fondo del mar a aproximadamente 11 metros de profundidad y no muy lejos del lugar donde fue documentado por última vez en 1854.
El pecio ha sido difícil de encontrar debido a su ubicación remota fuera de la isla de Banks y también porque las aguas son generalmente muy heladas. Este año, el equipo tuvo un área libre de hielo para trabajar.
El Investigator se desplegó en 1850 con una tripulación de 66 hombres , pero fue finalmente abandonado después de haber quedado atrapado por el hielo del Ártico durante dos inviernos . La tripulación, encabezada por el capitán Robert John LeMesurier McClure, se puso a salvo en la cercana costa de lo que ahora es el Parque Nacional Aulavik, cuyos restos también han sido hallados. El conjunto forma un “increiblemente rico tesoro”, según los expertos.