El mejillón o Mytilus edulis es un molusco bivalvo que se encuentra en toda la franja litoral formando grandes grupos. Se fija a las rocas mediante una estructura llamada biso, que le da una gran capacidad de sujeción necesaria para soportar los embates de las olas en la zona intermareal, uno de sus ambientes característicos. También es frecuente encontrarlos colonizando las boyas, pantalanes y fondeos en el interior de los puertos.
Sus conchas (valvas) son colonizadas por bellotas de mar, gusanos o briozoos. Se alimenta filtrando las partículas orgánicas en suspensión de la columna de agua, sobre todo fitoplancton pero también detritus.
Están presentes a lo largo de las costas europeas, colonizando una gran diversidad de hábitats gracias a su capacidad para tolerar amplias fluctuaciones de salinidad, temperatura, oxígeno y desecación.
Debido a su fácil acceso y cualidades gastronómicas, el mejillón ha sido utilizado como alimento por el hombre desde hace varios miles de años. Esto, junto a su alta tasa de fecundidad, rápido crecimiento y facilidad para fijarse a una gran variedad de superficies la han convertido en una de las principales especies que se producen en la industria de la acuicultura.