Los calderones son delfínidos de gran tamaño -de 3 a 7 m- que se caracterizan por su frente abombada. Excluyendo el rarísimo calderón boreal -que en realidad pertenece a la familia de los cífidos (página 50)- las especies presentan una aleta dorsal bien centrada. El calderón común (Globicephala melaena) se distingue por su cabeza bulbosa, aleta dorsal ganchuda y color negro azabache, pudiendo alcanzar el doble de tamaño que el calderón gris (Grampus griseus), de aleta puntiaguda y color gris. En esta última especie las abundantes cicatrices permiten identificar cada individuo.
El calderón común es muy gregario, formando grandes grupos con delfines y otros cetáceos. Cualquier objeto -por ejemplo el cadaver de un rorcual- o un banco de peces puede concentrarlos en gran número. Ambas especies están recogidas el el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas como de Interés Especial; apareciendo también en la Lista Roja de la IUCN como de Bajo Riesgo (el común) o con Datos Deficientes (el gris).
Más información: www.iucn.org