En cada lance de pesca, hay una parte de la captura llamada especie objetivo, que es la especie que se busca capturar. Pero las artes de pesca no son totalmente selectivas y no pueden impedir capturar otras especies al mismo tiempo: son las capturas accesorias.
En cada lance de pesca, hay una parte de la captura llamada especie objetivo, que es la especie que se busca capturar. Pero las artes de pesca no son totalmente selectivas y no pueden impedir capturar otras especies al mismo tiempo: son las capturas accesorias.
Éstas son aprovechables en algunos casos y se comercializan, pero la mayoría de las veces se devuelven al mar (aunque generalmente no consiguen sobrevivir) y no aparecen registradas de ninguna forma: son los descartes. Es decir, que no todos los ejemplares capturados son desembarcados. Por ejemplo, en la pesquerías europeas dirigidas al lenguado se descarta gran cantidad de platija.
Aunque los descartes pueden servir de alimento para otras especies, en general constituyen un perjuicio tanto para el ecosistema marino como para la actividad económica del sector pesquero. Anualmente, más de 7,3 millones de toneladas de pescado (el 8% del total mundial de las capturas) se tiran por la borda. No obstante, estas estimaciones se basan en las capturas declaradas, por lo que algunos expertos afirman que en realidad podrían llegar hasta los 20 millones de toneladas
Por otro lado, el descarte también provoca que los científicos no puedan calcular correctamente el estado de las pesquerías, al contar con datos erróneos o poco fiables. Para paliar este déficit de información, se organizan campañas de investigación o de observación a bordo de barcos comerciales en las que se evalúan la captura descartada.
¿Por qué se producen los descartes?
• Porque son especies de bajo valor comercial o están dañadas por el aparejo de pesca.
• Porque se ha capturado por debajo de la talla legal o por encima de la cuota (TAC) establecido y no se puede desembarcar lo pescado.
• Porque el arte de pesca utilizado es poco selectivo.
• Porque los barcos tienen una capacidad de almacenamiento limitada.
¿Qué se puede hacer para reducir el descarte?
Por un lado, se pueden modificar las artes de pesca para que sean lo más selectivas posible de forma que dejen escapar todo lo que no sea la especie o talla objetivo. Además, se pueden emplear mecanismos que los eviten o ahuyenten, como los espantadores acústicos en las redes de enmalle o las ventanas de escape en las nasas.