Este año la anchoa adquiere una importancia especial, no sólo porque por segundo año consecutivo se sigue avanzando hacia la normalización de esta pesquería, sino porque en 2011 se cumple el 25 aniversario de la campaña Bioman para la estima de la biomasa de la anchoa.
Este año la anchoa adquiere una importancia especial, no sólo porque por segundo año consecutivo se sigue avanzando hacia la normalización de esta pesquería, sino porque en 2011 se cumple el 25 aniversario de la campaña Bioman para la estima de la biomasa de la anchoa. 25 años durante los cuales el seguimiento del estado de la población de la anchoa y su evolución han permitido al centro tecnológico AZTI-Tecnalia, con la financiación del Gobierno Vasco y la Unión Europea, asesorar con bases científicas sobre la recuperación y sostenibilidad de este recurso y reabrir las expectativas de las flotas que los explotan, con el consiguiente beneficio económico y social. En la actualidad supone, junto con la campaña francesa realizada por Ifremer utilizando técnicas acústicas, la serie más consistente de evaluación de esta pesquería.
El pasado 6 de mayo partieron del puerto de Pasaia los buques “Investigador” y “Emma Bardán“, en los que embarcaron técnicos de AZTI-Tecnalia en una campaña que, en el marco de Bioman, sobrepasará los 20 días de duración. Los muestreos y estudios que realicen, junto con aquellos que a continuación se realizarán en los laboratorios de este centro en su sede de Pasaia, permitirán determinar el área de reproducción, la producción diaria de huevos y la fecundidad de la anchoa en la zona. Estos estudios servirán para estimar la biomasa de la especie en el área del golfo de Bizkaia.
Uno de los pilares de la economía para los arrantzales
Como recordó en rueda de prensa la consejera de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca, Pilar Unzalu, “los estudios de AZTI-Tecnalia sobre la población de anchoa del Cantábrico permitió al Gobierno Vasco ‘presionar’ en el Ministerio y en Europa para que se abriera esta pesquería en 2010, cuando se autorizó un TAC de 7.000 toneladas de las que nuestros arrantzales capturaron 4.742.599 kilos que se vendieron en lonja por aproximadamente 12.916.400 euros. Se trataba de un volumen de capturas que permitía la sostenibilidad económica de la campaña y la sostenibilidad de este recurso tan preciado“.
Asimismo, Unzalu ha subrayado que para 2011 la Unión Europea aprobó, siempre basándose en criterios científicos, un TAC de 15.600 toneladas, “lo que permite avanzar, sin duda, hacia la normalización de esta pesquería y de toda la actividad económica que lleva vinculada en tierra”.
La anchoa es uno de los pilares de la economía de nuestros arrantzales y es una de las especies de mayor interés comercial. De hecho, en Euskadi desembarcan anchoa un total de 126 barcos, de los que 55 tienen su puerto base en el País Vasco. Generan un total de 1.890 empleos a bordo, de los que 825 corresponden a los barcos con base en Euskadi. No obstante, el impacto de su actividad va mucho más allá del trabajo en la mar.
En efecto, en torno al subsector extractivo existen otras actividades como las que desempeñan las 64 rederas que trabajan en los puertos vascos sin cuya labor no sería posible el ejercicio de la pesca.
Y también en la industria conservera y alimentaria vinculada a la pesca se generan cerca de 2.000 empleos, de los que cerca del 85 por ciento son mujeres.
Estos datos ponen de manifiesto la importancia que tiene para el País Vasco realizar una explotación sostenible de la anchoa tanto desde el punto de vista económico como de gestión de este recurso natural.