Oceana (Organización No Gubernamental de carácter conservacionista) y el Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi (COBE) comparecieron el pasado 14 de mayo en el Parlamento Vasco requeridos por la Comisión de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca en relación con su propuesta de un corredor marino entre Donostia y Biarritz enmarcado en la Red Natura 2000.
Oceana (Organización No Gubernamental de carácter conservacionista) y el Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi (COBE) comparecieron el pasado 14 de mayo en el Parlamento Vasco requeridos por la Comisión de Medio Ambiente, Planificación Territorial, Agricultura y Pesca en relación con su propuesta de un corredor marino entre Donostia y Biarritz enmarcado en la Red Natura 2000.
Su propuesta es crear entre Donosti y Biarritz este corredor de unas 27.000 hectáreas marinas que integraría muchas de las áreas que ya están declaradas como lugares de interés comunitario junto a otras que consideran que deberían ser incluidas. La gestión integral de este corredor aumentaría la biodiversidad total de la zona, comparado con la gestión de pequeñas áreas protegidas aisladas: se crearía una zona protegida que incluiría 113 hábitats y comunidades diferentes y casi 1.000 especies. Entre ellas, cetáceos como el delfín mular o la marsopa, que son especies prioritarias en la Directiva Hábitats de la Unión Europea y también formaciones geológicas de gran interés como marmitas y boulders en zonas profundas frente a Jaizkibel y Ulia.
Esta propuesta forma parte de un amplio estudio que Oceana ha emprendido y que comprende toda la cornisa cantábrica; en el caso de Euskadi, se han propuesto una serie de lugares de interés para su protección, como la zona de Jaizkibel-Ulia, el Ratón de Getaria, la zona entre Urdaibai y el cabo Ogoño, la isla de Izaro, cabo Villano, etc.
Refiriéndose a cómo afectaría la creación de este espacio a las pesquerías costeras, desde Oceana señalaron que la mayoría de caladeros se encuentran fuera de esta zona a proteger. Además, la creación de zonas protegidas en otros lugares ha terminado redundando en beneficio de los pescadores, porque una zona de protección no quiere decir que se prohíban las actividades, sino que exige tener un plan de gestión. No hay, por decirlo de alguna manera, nada prohibido, hay que gestionar y evitar que los impactos de las actividades humanas quiten valor a ese lugar que se ha protegido por esos valores ecológicos. De todas formas, Oceana ha enviado su informe a la Cofradía de Pescadores de Guipuzcoa y ha iniciado contactos con algunos pescadores para que ellos valoren la propuesta. Por otro lado, también se ha enviado dicho informe a los municipios costeros a los que afectaría esta zona de protección.
En cuanto a cómo encajaría la creación del puerto exterior de Pasajes en su propuesta, los representantes de Oceana admitieron que sería una infraestructura que tendría graves impactos sobre el corredor ecológico. La construcción del puerto pondría de manifiesto que las leyes de protección ambiental (refiriéndose a la Directiva Habitats de la Unión Europea) no tienen el mismo grado de cumplimiento que el resto de las leyes.
Esta propuesta de corredor ecológico ha sido enviada igualmente al Gobierno Español, Vasco y Francés, así como a la Comisión Europea y a las Convenciones de Oslo y París, que son las encargadas de crear una red de áreas marinas protegidas.