En el golfo de Bizkaia, la caza de la ballena empezó hacia el siglo X como pesca de bajura y su apogeo se produjo durante los siglos XII-XIII. Era una pesca de invierno y la embarcación usada era la chalupa, de pequeño tamaño (10m de eslora, 2 m de manga, 0,7 m de puntal), con sitio para 12 personas y construida a tingladillo.
En el golfo de Bizkaia, la caza de la ballena empezó hacia el siglo X como pesca de bajura y su apogeo se produjo durante los siglos XII-XIII. Era una pesca de invierno y la embarcación usada era la chalupa, de pequeño tamaño (10m de eslora, 2 m de manga, 0,7 m de puntal), con sitio para 12 personas y construida a tingladillo.
Esta actividad, que empezó como una pesca de supervivencia, resultó ser fuertemente lucrativa, por lo que pasó a ser una pesca totalmente comercial y altamente organizada. En las comunidades pesqueras surgieron las Cofradías de Pescadores, que regulaban la actividad y defendían los derechos de sus miembros, dotándoles de una estructura que ha perdurado hasta nuestros días. En consecuencia, aumentó el tamaño de las embarcaciones y la duración de las mareas.
A partir del siglo XV, se puede considerar ya una pesca de altura, ya que al escasear las ballenas en el golfo de Bizkaia, los balleneros se acercaban a aguas asturianas y gallegas, permaneciendo en esas costas desde enero hasta marzo. La nave preferida era la carabela, ligera de andadura y con una tripulación de unas 50 personas. Con el tiempo, incorporaron equipamientos adaptados a la vida en alta mar, como hornos para derretir la grasa de las ballenas o un sistema de poleas capaz de izar el animal por un costado de la nave, para poder despiezarla.
El aprovechamiento de la ballena
De las ballenas se aprovechaba todo. Las ballenas jóvenes proporcionaban carne y las viejas, grasa. Además, barbas, huesos, esperma, etc. todo iba destinado a la exportación. La lengua, considerada un manjar, se destinaba a dignatarios, frecuentemente de Francia. El aceite se exportaba a los países más norteños como Francia, Inglaterra o Países Bajos que, debido al no tener olivos, lo necesitaban para el alumbrado.
Con el tiempo, los pescadores vascos alcanzarían las costas de Terranova en la caza de ballenas, aunque la presencia de los primeros pescadores vascos en aquellas tierras fue, en realidad, buscando el bacalao y no la ballena como normalmente se suele creer. Solían zarpar a principios de primavera y estaban allí hasta finales del otoño.
El desarrollo de la pesca de la ballena como pesca de altura provocó que los hombres se ausentaran durante largos periodos de tiempo de sus casas, lo que llevó a una nueva organización social en la que la mujer tomó las riendas de la casa y comenzó a participar activamente en la vida municipal.
Las causas del declive en la caza de la ballena, además del descenso en la abundancia de ballenas, fueron la decadencia general en la que estaba sumida España, las numerosas guerras en las que el Imperio Español participó y que requisaban los barcos comerciales y de sus tripulaciones con fines bélicos, así como la competencia creciente de ingleses y holandeses en la actividad ballenera y la hostilidad de los esquimales.
(Texto adaptado de “La caza de la ballena. Su influencia en los usos y costumbres desde la Edad Media” de M.K. Campos Santacana, M. Peñalba Otaduy. Imagen por Wallyg).