Un equipo internacional de investigadores ha confirmado la presencia de una corriente profunda en las costas cercanas a Islandia que podría influir de manera significativa en la respuesta del océano al cambio climático por medios que previamente no se habían contemplado.
Un equipo internacional de investigadores ha confirmado la presencia de una corriente profunda en las costas cercanas a Islandia que podría influir de manera significativa en la respuesta del océano al cambio climático por medios que previamente no se habían contemplado.
La corriente, llamada Jet Nor-Islandés (NIJ), es parte esencial del gran “cinturón transportador oceánico “, el gran sistema de circulación oceánica que regula la temperatura de los océanos y, por consiguiente, el clima de la Tierra. Como parte de la relación recíproca entre el clima y la circulación oceánica, esta cinta transportadora transfiere calor, llevando las aguas ecuatoriales cálidas hasta latitudes más altas, donde atemperan la atmósfera y suavizan el clima del Atlántico este. Al entrar en contacto con el aire más frío, este agua se enfría a su vez y, al ser más pesada, se hunde y vuelve por el fondo hasta el ecuador.
Un componente crucial de esta coreografía oceanográfica caliente-frío es el agua “Denmark Strait Overflow Water” (DSOW), que alimenta al cinturón transportador y trae de vuelta las aguas densas y frías hacia el sur .
Durante años se creyó que la fuente principal de la Denmark Overflow era una corriente adyacente a Groenlandia (la corriente de Groenlandia este). Sin embargo, esta creencia se cuestionó recientemente al descubrir dos oceanógrafos islandeses una corriente profunda que fluye hacia el sur a lo largo del talud continental de Islandia. Lo llamaron la “North Icelandic Jet “ .
Ahora, en un artículo de la revista Nature Geoscience, han confirmado que la Icelandic Jet no sólo contribuye significativamente al cinturón transportador sino que es la fuente principal del flujo de agua más denso.
Los resultados tienen importantes ramificaciones en el impacto que supone la circulación oceánica en el clima. Los climatólogos se han mostrado preocupados por la posibilidad de que el cinturón transportador esté dismuyendo debido al aumento de las temperaturas globales. Sugieren que un incremento del agua dulce procedente de la fusión de los icebergs y otros fenómenos relacionados con el calentamiento esté desplazándose y llegando ya al norte del Atlántico norte , donde se podría congelar, impidiendo que se hunda (por ser más ligera, flota encima del agua salada) e interrumpiendo así el bucle de circulación que constituye el cinturón transportador. Finalmente, esto llevaría a un enfriamiento del clima en el hemisferio norte.
Aunque este razonamiento es sólo una suposición, “es importante que los investigadores comprendan el proceso”, señalaron los autores del artículo, “para poder hacer predicciones acertadas sobre el futuro del la interacción clima-circulación. Si una gran parte del flujo de agua viene de Islandia, tenemos que reconsiderar la velocidad a la que ocurre la conversión caliente-frío , así como la manera en que este proceso podría verse alterado en uns situación de calientamiento climático”.